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Multitudinarias manifestaciones de la oposición se han registrado en Bolivia tras la detención de Jeanine Áñez. La ex presidenta interina se encuentra desde el jueves cumpliendo prisión preventiva en la cárcel de Obrajes de La Paz, acusada de terrorismo, conspiración y sedición en la investigación del caso denominado “golpe de Estado”.

En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr señaló que aunque algunos llamaron a la irrupción de Áñez como una “intervención”, a su parecer y “por todas sus características, fue un golpe de Estado”.

Otra de las acusaciones impulsadas contra la ex mandataria interina tiene que ver con el delito de daño económico al Estado, luego de haber solicitado un crédito de US$ 24 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI), sin autorización de la Asamblea Legislativa.

“Estos cargos tendrán que verlos los tribunales, pero en última instancia será la Asamblea la que tendrá que resolver y para aprobar los cargos contra un ex presidente se requieren dos tercios”, explicó Sohr. Sin embargo, el Movimiento al Socialismo (MAS) ganó sólo el 55% de los votos en las últimas elecciones, por lo que aún está lejos de alcanzar el porcentaje requerido.

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De todas formas, el analista piensa que “lo que el MAS realmente quiere, antes que una condena, es establecer un precedente que la sedición o tumbar a un mandatario electo, trae consecuencias”.

Mientras tanto, Áñez ha demostrado tener un apoyo masivo en su país, así como también internacionalmente. La Organización de Estados Americanos (OEA) emitió una declaración en la que dijo haber recogido la preocupación de otros organismos internacionales que piensan que el sistema judicial boliviano no ofrece garantías de un juicio justo.

“Ella tiene sus respaldos internacionales y también en Bolivia se ha vuelto a generar el mismo esquema de siempre: el oriente del país, con Santa Cruz a la cabeza y cuatro departamentos más, se han ido en apoyo de la señora Áñez, de manera que las viejas fracturas, que son características de Bolivia, siguen ahí”, afirmó Sohr.

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