Dos buenas noticias hoy: que haya un acuerdo transversal para aplazar el plebiscito constituyente, lo cual calma suspicacias, y el paquete de apoyo económico que se anunció hoy.
US$11.750 millones es el monto de la ayuda anunciado por el Gobierno. Un monto importante, equivale a casi el 5% del PIB del país. El objetivo, lo dijo el ministro de Hacienda, es que una crisis temporal como el coronavirus no deje afectado al país de manera permanente. Porque detrás de cada trabajador y trabajadora, hay familias: fuentes de trabajo que hay que salvaguardar.
Pero el foco parece evidente. Está bien que sean las pymes no sólo por la cantidad de puestos de trabajo que aportan a la economía, sino porque son ese tipo de empresas las que tiene menos espaldas para resistir una emergencia. Ahora y siempre, les cuesta más acceder al crédito y tienen que lidiar con que les pagan a destiempo.
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Es por eso que cuando, como hizo el presidente de la Cámara de Comercio, se reclama que no se haya presentado medidas para las no pymes, parece poco oportuno.
En un país que vive difíciles momentos, en un mundo golpeado por el coronavirus, los recursos estatales son escasos y los destinatarios deben ser los que menos tienen.
Tal vez una buena medida sería que la banca apoye a los sectores estratégicos, pero también de mayores recursos. Como dijo Alejandra Mustakis: es momento de dar, más que de pedir.
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