¿Chile aún no define sus propias reglas electorales?: El análisis de Sepúlveda sobre las elecciones presidenciales

Por Eduardo Sepúlveda

04.08.2025 / 23:12

El panelista de Tolerancia Cero Eduardo Sepúlveda advierte sobre el peligro de que las reglas del juego democrático se acomoden según intereses políticos, comparando lo ocurrido recientemente en El Salvador —donde se aprobó la reelección indefinida a favor del presidente Bukele— con la falta de definición en Chile sobre las sanciones al voto obligatorio.


La semana pasada la asamblea legislativa de El Salvador, que controla el partido político del presidente Bukele, aprobó la reelección indefinida. Es decir, con esta nueva ley Bukele técnicamente podrá gobernar su país para siempre.

Suena raro que exista algo así en pleno siglo XXI. Pero en Latinoamérica no es tan extraño. Hugo Chávez ya estableció la reelección indefinida en Venezuela y lo mismo hizo Daniel Ortega en Nicaragua, dos regímenes de línea política de izquierda.

A Bukele se le ubica más bien en la derecha, por lo que es posible asumir que la pulsión por eternizarse en el poder es transversal. La codicia no tiene color político.

Lo que hicieron esos gobiernos fue aprovechar una coyuntura política para acomodar en su favor las reglas del juego electoral. Esta conducta tampoco es tan infrecuente hoy por hoy en el mundo. Tampoco en Chile.

Exactamente en dos semanas más las fuerzas políticas tendrán que inscribir las candidaturas para las elecciones parlamentarias y presidenciales. Sin embargo, aún no sabemos cuáles serán las reglas del juego electoral para ese proceso. ¡A dos semanas aún no están claras las reglas!

Como sabemos, el gobierno y el Congreso no han sido capaces de resolver el monto de las multas para aquellas personas que debiendo votar obligatoriamente deciden no hacerlo.

Si este incumplimiento queda sin sanción, el voto se volvería, de facto, voluntario. Eso sería torcer la voluntad de la Constitución, que fija la obligatoriedad del voto.

También sabemos que la falta de acuerdo se debe a cálculos electorales. Entonces, la situación, en términos de principios, no es tan distinta a lo que pasa en El Salvador de Bukele.

Aquí también hay quienes quieren acomodar en su favor las reglas del juego electoral.

Quedan dos semanas.