{"multiple":false,"video":{"key":"b44cRHc2IX","duration":"00:05:14","type":"video","download":""}}

“Esta discusión en torno a la jornada laboral no es un tema que afecte solamente a un ítem productivo, sino que a un ítem más bien significativo en la vida de las personas“. Es la explicación del académico de Trabajo Social de la Universidad Católica, Jorge Farah, respecto a los eventuales efectos de la reducción de la jornada planteada por en el proyecto de 40 horas que fue votado en la Comisión de Trabajo de la Cámara este lunes.

Farah indicó que de acuerdo a estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las instituciones más importantes para las personas son la familia y el trabajo.

En el caso alemán, efectivamente la reducción de la jornada laboral implicó un mayor tiempo destinado a la familia, así como también “aumento en la conciencia de la sustentabilidad, una mayor participación en voluntariado social y mayor fortalecimiento del tejido social”.

Pero eso no es todo. El académico enumeró una serie de ventajas presentadas en países como, por ejemplo, Portugal: “Hay muchos efectos positivos que tienen que ver con una mejora de la salud mental, disminución en las adicciones y una disminución del sedentarismo, producto que el trabajo hoy día en Chile es muy sedentario”.

Lee también: Camila Vallejo tras votación de 40 horas: “Nunca había visto este nivel de agresividad en un debate legislativo”

¿Aplicable a la realidad chilena?

Sin embargo, Farah también alertó que “no podríamos decir que lo que pasó en Alemania, España, Portugal, vaya a pasar en Chile también”. ¿Por qué? Por dos factores, y “el más importante tiene que ver con los salarios”.

Dado que en Europa hay mayores salarios, las personas efectivamente destinaron su tiempo libre a la familia. “En el caso chileno no sabemos si va a ser así”, señaló.

Aquí entra en juego el segundo factor, y lo que él describe como un “dato alarmante”. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 26% de las personas dicen que están dispuestas a trabajar fuera de su horario de trabajo. Esto “podría traducirse en el caso chileno en que esas cinco horas extra terminen dedicándose a trabajos de plataforma u otro tipo de trabajos”.

“Si no tomamos en cuenta ese componente de salario y no hay una protección del Estado hacia las personas que vaya más allá, es posible que ese riesgo se materialice“, agregó.

Tags:

Deja tu comentario