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Hace 10 años, Norma Monserrat Bustamante Laferte ya se encontraba radicada en México con el objetivo de realizar una carrera musical. Sin embargo, como todo gran desafío, tuvo que enfrentar los escollos de estar lejos de la familia y vivir del arte.

La cantante, que alcanzó la popularidad en Chile con su participación en Rojo Fama Contrafama, ya no era la misma de esos años y comenzó desde cero: tocando covers en bares y -al mismo tiempo- tomó pequeños cursos de actuación.

Luego de tres años, se abrió la posibilidad de grabar un disco en el país norteamericano, pero un cáncer tiroideo truncó este lanzamiento que solo alcanzó a publicar una canción: Lo mismo que yo.

Sola en México, enfrentó este diagnóstico y las quimioterapias le provocaron cambios personales y físicos. Así, en 2010 tomó la decisión de cambiar su nombre artístico. A quien conocimos como Monserrat Bustamante pasó a ser Mon Laferte, en honor al apellido de su madre.

Desechable: La fase rockera

Luego de golpear puertas de sellos discográficos, finalmente Mon determinó que su primer álbum sería editado de forma independiente. Así nace Desechable, un disco de esencia rockera donde toca temas como la depresión, las relaciones “tóxicas” y la liberación sexual.

Tornasol: La experimentación

Aún buscando su esencia musical, lanza en 2013 su segundo disco titulado Tornasol. Compuesto por 14 canciones, la compositora exploró en nuevos sonidos vinculados al indie-rock y en compañía de artistas nacionales que también buscaban oportunidades en CDMX como El Viaje de Seth, Fakuta, Paz Quintana y Mariel Mariel.

Laferte define a este disco como un verdadero tornasol, donde se mezclan diversas sonoridades y temáticas en sus letras, desde letras abstractas hasta hablar concretamente de sus días hospitalizada cuando le detectaron el cáncer.

Vol. 1: Los primeros pasos para la consolidación

Inspirada en la calidad interpretativa de la música de antaño como Los Ángeles Negros y Cecilia, la cantante publicó el álbum Mon Laferte Vol.1, editado en un comienzo de forma independiente.

La viralización de un simple video casero cantando Tu falta de querer, permitió que llegara a oídos de los ejecutivos de Universal Music México, quienes le ofrecieron reeditar el disco y sumarse a sus filas.

Canciones como Amor Completo, Tormento, Si tú me quisieras y El Cristal -esta última dedicada a su abuela- se convirtieron en éxito en Latinoamérica y se comienza a pavimentar un camino que la artista buscaba hace ocho años.

El inminente éxito de Tu falta de querer abrió paso para que los organizadores del Festival de Viña del Mar la invitaran a su versión 2017. Bajo todo pronóstico de la prensa local, el “monstruo” despertó exigiendo la gaviota de platino para la cantante. Finalmente, el tan anhelado galardón no se pudo entregar.

La Trenza: Figura internacional

Días antes de su presentación en el certamen viñamarino, Mon estrenó el primer adelanto de su cuarto disco: Amárrame, una cumbia que contó con la colaboración estelar del colombiano Juanes.

“Lo de Juanes fue una idea mía. Mi disquera me preguntó si para este álbum yo quería cantar sola o si tenía ganas de invitar a alguien, para ellos ayudarme a hacer el acercamiento. Entonces, yo les dije que a mí me encantaría cantar con Juanes porque he sido su fanática desde hace mucho tiempo”, contó la artista a Publimetro. Y así fue, el sello los presentó y la admiración fue mútua.

El 28 de abril del 2017 estrena La Trenza, trabajo compuesto por 11 canciones que le permitió su primera nominación a los Latin Grammy en las categorías Álbum del Año y Mejor Álbum de Música Alternativa, además de Grabación del Año, Canción del Año y Mejor Canción Alternativa por Amárrame. Finalmente, ganó en esta última y entre llantos agradeció el cariño entregado por los fans durante su carrera.

El álbum también contó con las colaboraciones del mexicano Enrique Bunbury y el chileno Manuel García.

Norma: De una sola toma

A estas alturas -y en menos de 10 años- la chilena ya había explorado lo suficiente en su carrera musical. Pero faltaba algo más, un reto personal y profesional que ella misma valora como “el disco más difícil de hacer”: grabar 10 canciones de una sola toma y sin cortes.

El estudio elegido para realizar tal hazaña fue Capitol Records, bajo la producción de Omar Rodríguez-López (The Mars Volta), donde se han registrado a artistas como Paul McCartney, Katy Perry, Neil Diamond y Sam Smith.

Un álbum que contó con un sonido antiguo, añorando la música de los años ’60 y donde cada canción relata etapas de una relación amorosa: desde los primeros coqueteos hasta el fin. Con este trabajo bajo el brazo vino su gira más extensa, que contó con presentaciones en Europa, Norteamérica y Sudamérica.

2019: Reggaetón, segundo Grammy y protesta social

Probablemente, el 2019 sea uno de los años que más ha remecido a Mon Laferte en su carrera. Partiendo con un concierto junto a Plácido Domingo en el Estadio Nacional hasta ser una de las voces nacionales en el extranjero que más visibilizan la crisis social en Chile. Entremedio continuó su extensa Gira de Norma, que la trajo de vuelta al país para llenar el Movistar Arena.

Sin embargo, no tenía previsto que semanas después comenzaría el estallido social. La artista comenzó apoyando a través de sus redes sociales, pero no fue suficiente y decidió viajar desde CDMX hasta Santiago para participar en las marchas y en intervenciones artísticas en poblaciones de la capital, Valparaíso y Viña del Mar junto a otros músicos chilenos.

De regreso a Norteamérica, participó de la ceremonia de los Latin Grammy donde estaba nominada a Mejor Álbum de Música Alternativa por Norma. Tras ganar el gramófono en este apartado y enviar palabras de apoyo al pueblo chileno con unas décimas de La Chinganera, se vendría uno de los momentos más icónicos del año.

Todo marchaba como una típica alfombra roja de premiaciones. Artistas mostraban sus costosos vestidos, trajes y joyas, hasta que irrumpió Laferte con un abrigo negro. Posa para las cámaras y se saca la parte superior, dejando su torso al desnudo y en su pecho un escrito que decía: “En Chile torturan, violan y matan”.

Esa misma noche estrenó la canción Plata Ta Tá, que fue grabada en el baño del hotel que hospedó durante los días de las ceremonia junto a su amigo y productor Manú Jalil. Un reggaetón en clave protesta junto a la colaboración del puertoriqueño Guaynaa, donde menciona el problema de las pensiones, los daños oculares en manifestaciones y al pueblo mapuche.

Luego de publicar este single, la artista no descarta que incursione más en este género o que incluso realice un álbum con canciones de contenido social, dejando de lado -por un momento- el lado más dramático y romántico de su arte.

Sea como sea, en estos últimos años Mon Laferte alcanzó un status que la convierte en leyenda: ser la artista chilena más importante de la década.

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