A 45 años del golpe de Estado, esta jornada ha tenido gestos que descorazonan y otros que devuelven la esperanza.
Entre los tristes: el Tribunal Constitucional que tenía la bandera chilena izada. Fachada que fácil puede interpretarse como de celebración, cuando el 11 de septiembre marca el quiebre en la democracia chilena.
Es una fecha que divide y la bandera debiera ser símbolo de unidad. Poca sensibilidad muestra el Presidente del TC, Iván Aróstica con el cuidado de los símbolos y de la institución que encabeza si promueve, permite o no impide lo sucedido.
Porque este tribunal está llamado a dar garantías a todos los chilenos. Con bandera izada este órgano refuerza su imagen de defensor de la constitución creada en dictadura más que el guardián de los DD.HH. que debiera ser.
Pero afortunadamente hoy hubo otro tipo de gestos. Como el del diputado UDI Jaime Belollio que hoy interrumpió su discurso en materia educacional para que a las 11:52 los diputados de oposición pudieran guardar un minuto de silencio en honor a Salvador Allende.
“Somos muchos los que creemos que la dignidad humana jamás puede vulnerarse” dijo el diputado.
Ese gesto republicano y de humanidad apunta en la dirección correcta. Prestigia su cargo y honra una democracia en que puede haber adversarios pero nunca, jamás, enemigos.
Deja tu comentario