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En respuesta a la reacción de los consumidores, demandas y los esfuerzos para prohibir los juguetes de la comida para niños, McDonald’s ha prometido mejores ingredientes, menores calorías y un márketing más responsable. 

Y está dando resultados. Disney y McDonald’s se aliaron este año por primera vez en más de una década.

Tiffany Rende, vicepresidente senior de las alianzas corporativas de Disney, aseguró cuando el trato fue anunciado que “el compromiso de McDonald’s sobre una Cajita Feliz balanceada permite que las dos compañías colaboren”. 

En junio, McDonald’s comenzó a regalar juguetes de “Los Increíbles 2” en la “Cajita Feliz”. Luego de “Ralph el Demoledor”. La asociación es “claramente una victoria” para la compañía, dijo el analista de Morningstar, RJ Hottovy.

“Disney tiene un gran portafolio de marcas y personajes que encajarían muy bien en un restaurante que se enfoca en las familias”, dijo Hottovy. Además, un trato con Disney podría abrir la puerta a nuevas colaboraciones de márketing, dijo.

Ahora McDonald’s tiene otro reto sobre la mesa: apelar a los padres millennials.

“En los próximos cinco años, pienso que se va a volver una de las cosas más grandes de las que hablaremos en la industria de los restaurantes”, dijo Sam Oches, director editorial de Food News Media en la revista QSR. Y, añadió, las compañías están comenzando a poner atención.

McDonald’s, especialmente, necesita preocuparse de la comida para niños: aproximadamente una de cada cuatro órdenes en McDonald’s incluye una “Cajita Feliz”, de acuerdo a la compañía de investigación Sense360, la cual consultó a más de 1.300 clientes de McDonald’s sobre sus pedidos durante 4 días en agosto.

Y la “Cajita Feliz” puede significar todavía más para la marca McDonald’s. Después de todo, Oches dijo, los niños tienen un derecho a veto – una familia no irá a un restaurante en el que no hay nada para que los niños puedan comer.

“A los niños les gusta comer con las manos”, notó Julie Hennessy, una profesora de márketing en la Kellogg School of Management de Northwestern University. “Ellos tienden a odiar los sabores nuevos… los niños no quieren que existan más opciones”.

Para ellos, “una “Cajita Feliz” es casi perfecta en todos los sentidos”. Pero para defensores de la salud, la comida está lejos de ser perfecta.

“Cajita Feliz” en crisis

The Food and Drug Administration is working with McDonald’s to identify the salad ingredients making people sick and trace them through the supply chain. (FILE)

En 2006, Disney y McDonald’s tomaron caminos separados después de un trato de 10 años. En ese entonces, surgieron rumores sobre que Disney no quería estar asociado con una marca acusada de promover la obesidad infantil. Ambas compañías negaron esa especulación, y precisaron que la separación fue amistosa.

Pocos años después, las críticas a la “Cajita Feliz” de McDonald’s se volvieron más explícitas.

En 2010, el Centro para la Ciencia en el Interés Público de Estados Unidos acusó a la compañía de un uso “insidioso” de los juguetes de la “Cajita Feliz” para vendérselos a los niños.

McDonald’s dijo que el centro estaba “equivocado en sus aserciones”, y acusó al grupo de denigrar a los padres y las familias “totalmente capaces de tomar sus propias decisiones”.

Avanzado el año, defensores de la nutrición pidieron que la compañía retirara al payaso-mascota Ronald McDonald. San Francisco aprobó una ley prohibiendo a los restaurantes de comida rápida entregar juguetes en las comidas infantiles que no cumplieran los estándares nutricionales de California.

McDonald’s peleó de vuelta. En respuesta a las críticas del Centro, Jim Skinner, quien fuera CEO en aquel entonces, dijo que “seguiremos defendiendo vigorosamente nuestra marca”, añadiendo que “los padres entienden y aprecian que la “Cajita Feliz” es un regalo divertido”.

Cuando la “Cajita Feliz” falló al intentar cumplir los estándares nutricionales de San Francisco, McDonald’s (y otros) rodearon la prohibición cobrando 10 centavos adicionales por el juguete.

Parte de los ingresos tras implementar el nuevo cobro eran donados a la Ronald McDonald House en esa ciudad.

“Los padres nos han dicho que les sigue gustando la opción de comprar los juguetes”, dijo McDonald’s en un comunicado en ese entonces. “Mientras cumplimos enteramente con la ley, también tenemos una responsabilidad en darle a nuestros clientes lo que ellos quieren”, precisaron.

Pero también despertó críticas. La compañía se prometió a revisar el menú de la “Cajita Feliz” para el comienzo de 2012: cada nueva comida incluía una pequeña porción de papas fritas y fruta. En 2013, aprovecharon la Alliance for a Healthier Generation (“Alianza para una generación más saludable”) para ayudar a promover la comida sana.

“Cajita Feliz” para una nueva generación

En febrero de 2018, la compañía anunció la expansión de su asociación con la Alianza, y compartió más cambios al menú de su “Cajita Feliz”.

La compañía afirmó que, para el final de 2022, la “Cajita Feliz” será más balanceada y usará menos ingredientes artificiales, y que McDonald’s pondrá en el mercado ingredientes más saludables a través de kioscos digitales, entre otras cosas.

Notablemente, McDonald’s está haciendo hamburguesas con queso en la “Cajita Feliz” solamente bajo la petición del cliente, disminuyendo la cantidad de papas fritas en las cajitas de seis nuggets, y reduciendo la cantidad de azúcar en su leche con chocolate.

Menos de dos semanas después de que McDonald’s compartió sus planes para una nueva ronda de cambios, anunció que renovó su alianza con Disney.

Tiempo después, McDonald’s anunció otro acuerdo: esta vez con el Cubo Rubik.

McDonald’s y The Smiley Company -que tiene la licencia del Cubo Rubik- dijeron en junio que pronto venderían en Estados Unidos las comidas de la cajita feliz dentro de cubos Rubik, con un especial “mini cubo” adentro. 

Oches piensa que la alianza podría ser un esfuerzo de dirigirse a padres más jóvenes.

“Ciertamente los millennials y los de la generación X van a tener una relación particular” con el juguete, aseguró. La nostalgia podría alentar a los padres a llevarse una Cajita Feliz para sus hijos. Y el Cubo Rubik, como una herramienta educacional, no puede hacer daño, afirmó.

Hottovy piensa que McDonald’s podría hacer cambios a su menú para niños en el futuro, como productos más saludables o algún tipo de integración de la Cajita Feliz con marcas de plataformas digitales. Pero, explicó, las “Cajitas Felices” en sí mismas llegaron para quedarse.

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