CEDIDA

La Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, en conjunto a la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF), llevó a cabo una investigación para analizar las barreras institucionales y culturales que enfrentan las jugadoras para el desarrollo de su carrera en este deporte.

Entre los resultados más sustanciales, constataron que, del total de jugadoras, un 83% no recibe remuneración, mientras que las que reciben entre $100.000 y $499.000 componen apenas un 8,5%, guarismo escaso, pero que supera al 5,8% que opta a menos de $100.000 mensuales. En tanto, aquellas futbolistas que perciben más de $1.000.000 no superan el 1%.

Según Carla Rojas, coordinadora de Inclusión y Género del Observatorio de Gestión de Personas de la Facultad de Economía y Negocios, las cifras se contrarrestan con las correspondientes al fútbol masculino, donde en promedio perciben una remuneración individual de $9.000.000 en primera división y $3.000.000 en segunda.

El trabajo investigativo reveló, además, que solamente un 4,4% de las jugadoras tiene un contrato laboral con el club al que pertenece. “Las jugadoras de fútbol con contrato laboral corresponden solo a jugadoras de la primera división, siendo un 8,2% del grupo”, señaló Rojas.

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Constanza Minoletti, subgerenta de Fútbol Femenino de la ANFP, por su parte, indicó que “sabemos que la profesionalización en cuanto a laboralidad de las jugadoras, efectivamente sigue siendo baja en nuestros campeonatos. La mayoría de ellas no son jugadoras profesionales debido a que no tienen un contrato de trabajo con una actividad deportiva, la mayoría tampoco recibe remuneraciones y, por lo tanto, se debe dedicar a otra actividad para poder vivir“.

Conductas inapropiadas y acoso sexual

En cuanto a la afirmación “Algún miembro de tu equipo te ha hecho sentir incómoda con alguna actitud física (acercamiento físico, tomar por la cintura, besos en la mano, etc.)”, se descubrió que en aquellas pertenecientes al rango etario de entre 15 y 20 años, un 1,4% dijo ser objeto de estas conductas “con frecuencia” y un 5% “casi nunca”.

Un 6,5% de las mujeres del tramo de entre 21 y 25 años, en tanto, dijo que “casi nunca”, mientras que un 1,9% de las deportistas de entre 26 y 30 años también señaló que “casi nunca”.

En cambio, las futbolistas que componen la categoría de 31 y más años dijeron que “nunca” se han sentido incómodas con las actitudes anteriormente descritas.

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“Lo interesante de estos datos es que algunos pueden pensar que son cifras muy bajas o poco relevantes, pero la realidad es que son cifras bastante altas debido a que son hechos que están penalizados y no deberían ocurrir nunca”, advirtió la coordinadora de Inclusión y Género.

Al respecto, Andrés Otero, subsecretario del Ministerio del Deporte, señaló que “junto al diputado Sebastián Keitel, en el año 2018, presentamos un proyecto de ley para la creación de un protocolo de no abuso, no discriminación, no violencia y no acoso, el cual fue aprobado transversalmente por todos los sectores políticos. Este nos obligaba como Ministerio del Deporte a que todas las organizaciones deportivas, sin excepción, tienen que adoptar este protocolo y asignar a un responsable para que esté constantemente investigando y también esté a cargo de recibir las denuncias de las jugadoras”.

No obstante, agregó la autoridad, “hoy son muchas las organizaciones deportivas que todavía no adoptan el protocolo, y no lo hacen porque el incentivo es que si no lo cumplen no pueden recibir recursos por parte del Estado, lo cual no es un problema debido a que la mayoría de ellas son privadas o postulan a otro tipo de fondos. Por lo tanto, nuestro desafío está en concientizar a las organizaciones de este tipo de problemas”.

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