El trovador cubano ofreció más de dos horas de música, reflexión y emoción colectiva ante un recinto repleto. Acompañado por Niurka González y su hija Malva, Silvio recorrió clásicos y nuevas composiciones en un show íntimo y profundamente político.
Lo que se vivió en el segundo de los cuatro shows de Silvio Rodriguez en Chile fue realmente catártico, una experiencia emocionante y sanadora. El show fue antecedido por la presentación de Illapu y el show de Silvio comenzó a las 9:10 de la noche con un Movistar Arena repleto que recibió de pie y aplaudiendo al cantautor cubano que tanto queremos en nuestro país. Silvio leyó un fragmento del ensayo Maestros ambulantes de José Marti y comenzó con la canción Alas de Colibrí.
Nueve músicos en escena, entre ellos su señora Niurka González, gran flautista y clarinetista y su hija Malva, pianista, que se lucieron con sus arreglos durante todo el concierto. La puesta en escena fue sencilla, una pantalla de fondo con diseños sencillos que rotaban en algunas canciones y la banda acompañando a Silvio, él siempre con su guitarra y su voz, su poesía y reflexiones. La verdad es que no se necesitaba nada más porque la atención estaba puesta en sus canciones.
Fue un concierto de lujo que duró dos horas con 20 minutos, que tuvo tres salidas y canciones tan reconocidas como de su extenso catálogo como Sueño con Serpientes, Yolanda de Pablo Milanés, Ojalá, Playa Girón, Quien fuera y Ángel para un final.
Sin duda, el momento más alto de la noche fue cuando cantó Te amaré frente a un público en un silencio sobrecogedor, muchas familias de diversas generaciones que crecieron escuchando al trovador cubano.
El cantautor comentó al comienzo que había saludado a los Illapu y les había dicho que hace 53 años los había visto tocar en la peña de los Parra. También tocó una canción homenaje para el fallecido presidente de Uruguay Pepe Mujica (Más porvenir) y leyó el poema Halt!, de Luis R. Nogueras, una pieza que crea conciencia acerca de los judíos perseguidos en el Holocausto, para luego mencionar que no entendía cómo “olvidaron tan pronto el vaho del infierno” para rematar con un Viva Palestina Libre que el público que respondió fuerte “Viva”.
El cantante de 78 años trae bajo el brazo su más reciente disco “Quería Saber” lanzado en 2024 y demostró en su paso por Chile que sigue de lo más vigente, con una voz impecable y una conexión especial con su público.
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