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Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.
El drama coreano ha sido visualizado por 111 millones de usuarios desde que debutó el pasado 17 de septiembre. El programa actualmente ocupa el primer lugar en las listas de los 10 mejores en 94 países alrededor del mundo.
Todos los presagios se cumplieron y, este martes, Netflix anunció que El juego del Calamar se convirtió oficialmente en la serie más vista de toda su historia.
El drama coreano ha sido visualizado por 111 millones de usuarios desde que debutó el pasado 17 de septiembre, superando el récord de Bridgerton, serie vista por 82 millones de suscriptores durante los primeros 28 días tras su debut.
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El juego del Calamar actualmente ocupa el primer lugar en las listas de los 10 mejores de Netflix en 94 países alrededor del mundo. Además, es la primera serie coreana de la plataforma en alcanzar el número uno en Estados Unidos.
Squid Game has officially reached 111 million fans — making it our biggest series launch ever! pic.twitter.com/SW3FJ42Qsn
— Netflix (@netflix) October 12, 2021
Sin embargo, las cifras entregadas por la plataforma deben ser vistas con cautela, ya que no han sido examinadas por ninguna fuente externa. Además, basta con que un usuario vea un contenido durante solo dos minutos para que se contabilice como espectador.
Más allá de las dudas respecto a cómo Netflix contabiliza sus éxitos, está claro que El Juego del Calamar es una de las series más populares de 2021. El jefe de contenidos de la plataforma, Ted Sarandos, reconoció que tiene “muchas posibilidades de convertirse en nuestro programa más importante”.
La serie surcoreana cuenta la historia de un grupo de concursantes endeudados que luchan en diferentes juegos infantiles mortales para ganar un gran premio en efectivo. Sin embargo, el giro es que los perdedores mueren.
Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.