Por Patricio Pérez

Con Robyn, Peggy Gou, Yaeji y Rosalía dando vueltas en una parte de su cabeza, mientras intenta mantenerse en calma a pesar de la lista de cosas pendientes que quedan para estos días. Toma un café para bajar revoluciones, aunque sabe que en cosa de minutos estará dando otra entrevista, y falta probar el show aún.

Así nos encontramos a Javiera Mena, quien llegó hace algunas semanas de una gira por varias ciudades de España, donde mostró Espejo, su cuarto disco de estudio y el primero lanzado por una multinacional, Sony Music. Aunque, a diferencia de otros casos, firmar con una empresa extranjera no le hizo cambiar su horizonte.

“Quizás se esperaba que yo siguiera una línea del Otra Era, con canciones que hablen de deseo, de romanticismo, y me fuí por otro lado, que mezcla música muy pop, pero con letras que le hablan a lo más interno de uno, me gusta esa dualidad”, dice sobre un trabajo en el que se pueden oír varias referencias a las constelaciones, espacios infinitos y universos privados.

—¿En qué momento empezaste a explorar este tipo de cosas?
—De pequeña que me he interesado. Desde que leí los Escritos Políticos de Herman Hesse, que habla de una política como desde un lado compasivo, y desde que empecé a interesarme por el budismo, por el 2008. Por mi hermano también, que es matemático y científico, pero a la vez es una persona muy espiritual. Me llama la atención también porque toda la gente, los artistas y los músicos, trabajamos con una energía que llega al alma de la gente desde siempre. Lo que pasa es que ahora me atreví a decirlo en las letras explícitamente. Creo que antes estaba este contenido muy cósmico en mi música, pero no era el centro.

—Esa búsqueda más espiritual también te hace diferenciarte del resto.
—Sí, puede ser que tenga mi propia manera de expresarme. Creo que cada uno tiene de los artistas que hoy resaltan, tienen su universo propio. En mi caso, en el disco he explorado esto y siempre ha estado presente el lado cósmico. De hecho, tengo muchos proyectos a futuro que tienen que ver con eso, con mirar el cielo, y puede ser un sello mio. El disco también tiene un lado romántico, pero lo he dejado un poco… también es algo súper místico enamorarse.

El pasado 29 de septiembre, Javiera hizo su segundo show propio en el Teatro Caupolicán. Fue la ocasión de ver cómo han calado entre sus fans las canciones de Espejo, las que ya se han hecho un espacio en su repertorio al lado de hits como Luz de piedra de luz y Espada. Las canciones que la tienen más conforme por cómo están sonando en directo son Noche, Cuando no la esperas y Todas aquí, un tema que aún no es single pero que se convirtió rápidamente en una de las favoritas.

“Es muy catchy. Nace un poco de varias ideas, pero yo quería hacer una canción que pudiera decirla a alguien ‘oye, no te sientas superior a los demás, si estamos todos un poco en lo mismo’. También quise usar el todas, porque me encanta hablar en femenino y creo que los hombres también deberían poder estar en una sala y que se hable en femenino y no sentirse ofendidos. Entonces, por esa cosa femenina del “todas”, la gente lo ha tomado un poco como un himno así de mujeres. Me gusta que tenga eso”, explica Javiera.

En esta etapa, Mena decidió prescindir de las bailarinas que eran parte de la puesta en escena del álbum Otra Era. “Siento que es un disco más personal, más íntimo. La danza creo que la puedo retomar más adelante. En un escenario con danza la gente está como mirando eso todo el tiempo y yo quiero en este show transmitir que la gente se mirara a sí mismo también, y eso lo logra más la oscuridad, la luz, y yo entregando mis canciones”, resalta.

—En una entrevista mencionaste que ahora te frenas más al exponer tus ideas. ¿Eso de hablar con poco filtro te jugó en contra alguna vez?
—Sí, es que yo nunca he sido muy opinóloga en redes sociales. Creo que hay gente que realmente puede hacerlo, y yo creo que a veces me siento como “pa’ qué”. Mi forma de comunicarme es con mis canciones, con mi arte, como artista, lo que no significa que yo no tenga una opinión y que lea y diga las cosas, pero creo que hay que tener cuidado para expresarse hoy en día, porque hay como una fijación con que cada uno tiene que tener una opinión. Y esa opinión es firme, y no se puede mover. Yo, al menos, soy una persona que cambia de opinión mucho, porque yo creo que todos somos así y también me puedo poner en el lugar del otro un poco.

“Me puede haber jugado en contra alguna vez que me pillaron volando bajo y un periodista puso un titular de algo como que yo estaba defendiendo a un abusador y nada que ver. Fue muy doloroso para mí porque yo sólo estaba diciendo que, de repente, tenemos que esperar… pero no sobre el abusador, yo estoy de acuerdo con la condena social a un abusador, creo que se lo merece, sino que a la gente que puede rodear, por ejemplo, los compañeros de banda de un abusador, que ellos estaban en un momento de shock y si se quieren tomar un tiempo en pensar está bien. Pero en la prensa me pusieron un titular y se daba a entender que yo estaba defendiendo a un abusador. Eso me dolió un montón, porque nunca fue así. Al contrario, yo estoy muy feliz que a los tiempos de hoy exista la condena social, es justo y necesario”, agrega.

Te puede interesar: Javiera Mena: “Soy feminista de hechos, no de Instagram”

—¿Eso te cambio un poco en cómo exponerte en los medios?
—La forma de expresarme con la prensa, básicamente. Hoy en día la prensa anda buscando mucho titular incendiario para generar likes y views. Cada vez quedan menos lugares donde la ética periodística sea como fundamental. O sea, las entrevistas pueden ser buenas, pero la gente lee el titular. Y el titular al final…

—Debe ser difícil igual, porque con el hecho de trabajar con un sello internacional, te pueden entrevistar con gente que no está interesada necesariamente en la música.
—A mí me gustan las entrevistas, pero en el fondo es tener cuidado de hablar de los temas que uno no tiene totalmente el control. Uno puede creer que domina todos los temas por ser músico, pero no es así. Por ejemplo, si a mí me empiezan a preguntar de políticos, la verdad es que yo sé pero no te puedo hacer un análisis. Hay gente mucho más calificada para eso, otros artistas que están más metidos en los movimientos políticos. Mi política va para otro lado, que también es política.

—También te ha tocado estar expuesta a situaciones como cuando estuviste en el Festival de Viña.
—Te das cuenta de las dos caras de la moneda, lo hermoso y grande que puede ser Viña, y que también están esperando que pase algo malo. Como no había pasado nada malo, me tocó a mí serlo. Ahora me da risa, pero en un tiempo no me dio mucha. Lo de Viña no sé si lo quería, lo que pasa es que me lo preguntaron tanto que al final se transformó como en una idea, pero yo nunca me imaginé que iba a llegar ahí. Yo me veía relacionada con otro tipo de festivales. Para mí el sueño era llegar a Primavera Sound, que lo logré, pero a Viña sentía que no tenía por qué ir.

Volver al Fauna

“Siento que ha existido un graaaan avance desde ese día hasta ahora”, confiesa Javiera al momento de recordar su primera vez en el festival Fauna Primavera, el 23 de noviembre de 2013. “Me acuerdo que toqué sola con un baterista, yo estaba con un traje blanco, nos defendimos de a dos y se subieron como dos amigos a bailar y eran como las primeras ganas de tener bailarines”, detalla sobre ese día en el que terminó viendo el memorable show de M.I.A.

“El Fauna me gusta. No todos me gustan, pero ese sí porque es al aire libre, es un lugar muy bonito y el cartel siempre me gusta: es mi festival favorito de Chile y del mundo… como que estás en un campo, ese olor a campo chileno que a mi me recuerda a Peñaflor, donde yo fui toda la vida, que es como cerca”, agrega.

Para esta segunda vez, estará en el Ballantine’s Stage a las 18:45 horas, algo que también significa un desafío.

“Yo que soy una artista como full luces estamos tratando de hacer una propuesta diferente, con circuito cerrado pero intervenido con cosas, tratar de un poco igualar lo que puedes logar con los rayos y la iluminación de día”, adelanta sobre lo que se podrá ver este sábado 10 de noviembre en el Espacio Broadway, donde compartirá con otros artistas como At The Drive In, Death Cab for Cutie, Nina Kraviz y Lorde, estas dos últimas favoritas de Javiera.

Bonus track para fans: una mirada al pasado

Hace un mes se reunió para una sola presentación Taller Dejao, la primera banda que Gepe y Javier Cruz armaron entre el 2002 y el 2006. Por esos días, Javiera Mena ya era una figura reconocida en algunos escenarios capitalinos con sus primeras canciones en formato acústico, además de ser parte de un memorable dúo electropop llamado Prissa, junto a Francisca Villela.

Aunque nunca editaron nada de forma oficial, las demos que circulaban en tiempos de Ares y Soulseek (ahora en YouTube) continúan sonando en algunas fiestas y hasta tienen un club de fans.

“La Pancha vive en Berlín, pero cuando venga a Chile me encantaría hacer como una cosa sorpresa con Prissa. Ahora tengo mis herramientas, tengo mi estudio para armar algo. Cuando vino me acuerdo que yo estaba cambiándome de casa, pero sería maravilloso, además ella canta muy bien”, asegura Javiera.

Aunque por lo pronto, una reunión se hace difícil por cosas territoriales, ella asegura que está la posibilidad de hacer oficial el material del extinto dúo. “Queremos oficializarlo, estamos tratando de hacerlo, en conversaciones. Pero no grabarlas de nuevo, porque eso sería nada que ver, tienen que ser esas grabaciones”, finaliza.

Tags:

Deja tu comentario