A raíz del estreno del documental Leaving Neverland, en el que dos hombres denuncian los abusos que habrían sufrido a manos del cantante Michael Jackson a fines de los 80, nuevos antecedentes salen a la luz sobre el controvertido artista.

Esta vez, es Debbie Rowe, ex enfermera que se transformó en la segunda esposa del intérprete de “Billie Jean” en 1996, quien rompió el silencio.

En una entrevista a The Sun, Rowe aseguró que los dos hijos del matrimonio (Prince y Paris) fueron fruto de un donante de espera y que jamás mantuvo relaciones sexuales con Jackson. “Me fecundaron. De la misma manera que yo fecundo a mis yeguas para reproducirse. Fue muy técnico”, comentó al periódico inglés, agregando que igual que yo le meto el esperma a mis caballos. Así lo hicieron conmigo. Yo era su yegua pura sangre”.

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Los dos niños nacieron con piel clara, pelo rubio y los ojos azules, lo que despertó una serie de cuestionamientos sobre la paternidad de Jackson en su momento.

Rowe conoció al cantante cuando trabajaba en una clínica dermatológica y por 15 años mantuvieron una sólida amistad. Se casaron en noviembre de 1996, cuando ella tenía 37 y el artista, 38, poco después que éste se divorciara de Lisa Marie Presley.

Michael estaba divorciado, solo y quería tener hijos. Fui yo quien le dijo: ‘Tendré tus bebés’. Le ofrecí mi vientre? Fue un regalo. Fue algo que hice para mantenerlo feliz”, contó Debbie al periódico.

El matrimonio duró hasta octubre de 1999. Tras un acuerdo fuera de tribunales, Jackson se quedó con la custodia de los niños. Pocos años después, en el 2002, la voz de “Thriller” tuvo un tercer hijo al que llamó Blanket, que según él mismo contó, fue concebido con su espera a través de un vientre de alquiler.

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