El 20 de agosto del año pasado, esta adolescente sueca de 16 años decidió sentarse en las afueras del Parlamento sueco con una pancarta de cartón en la cual se leía: “Huelga escolar por el clima”.

Para visibilizar su causa, continuó manifestándose todos los viernes, en jornadas de siete horas, siguientes en el mismo lugar. Sus padres son la cantante de ópera Malena Ernman y el actor Svante Thunberg, y creyeron que gran parte de su iniciativa se basaba en que quedaba menos de un mes para las elecciones generales en Suecia y se desvanecería con el tiempo. Se equivocaban.

Greta fue ganando adeptos hasta resurgir un movimiento global titulado “Fridays for Future” que inspiró a más de un millón y medio de estudiantes a manifestarse cada viernes, al igual que ella, en 133 países y alrededor de 300 ciudades. 

De esta forma, Greta se convirtió en el rostro más joven e influyente de la lucha contra el calentamiento global, el cambio climático y la contaminación. Su influencia ha traspasado generaciones y Estados. En diciembre pasado pronunció un discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima en Katowice, Polonia (COP24) y le dijo a los gobernantes que estaban presentes que no eran “lo suficientemente maduros” para decir la verdad.

También ha intervenido en otras instancias como el Parlamento de la Unión Europea en Estrasburgo, la Asamblea Nacional Francesa en París y la Cámara de los Comunes en Londres, y se ha reunido con líderes mundiales como el Secretario General de la ONU, António Guterres, el Papa Francisco, y el ex mandatario de Estados Unidos, Barack Obama.

Este año, además de ser nominada al Premio Nobel de la Pazfue portada de la edición de mayo de la connotada revista Time y también formó parte de su listado anual de las 100 personas más influyentes del mundo.

Greta padece síndrome de Asperger, y es la primera en decirlo en cada descripción de sí misma publicada en sus redes sociales. Al respecto, manifestó en la entrevista de su portada en la revista GQ que para ella casi todo es blanco o negro.

“Creo que, en muchos sentidos, los autistas somos los normales y el resto de la gente es bastante extraña. Siguen diciendo que el cambio climático es una amenaza existencial y el tema más importante de todos. Y sin embargo, siguen igual que antes “, expresó.

La joven sueca visitará Chile en diciembre próximo, durante la realización de la COP25, que se llevará cabo entre los días 2 y 13 de ese mes. Emprendió su viaje hacia América el 14 de agosto pasado a través de un velero, dado que se niega a viajar en avión debido a su emisión de agentes altamente contaminantes.

La travesía inició desde Plymouth, Inglaterra, para asistir a la Cumbre de Acción Climática de Nueva York el 23 de septiembre, y luego emprenderá rumbo a Chile.

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