Este lunes, un grupo de 24 personalidades de la centroizquierda publicó una carta titulada “Declaración frente al llamado plan B“, rechazando la propuesta de senadores, principalmente de derecha, para establecer una alternativa en caso de que gane el rechazo a una nueva Constitución en el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre.

“La nueva constitución que se va a plebiscitar es fruto de un proceso democrático y participativo único en nuestra historia. Nunca antes una constitución política ha tenido un origen tan democrático como la nueva constitución que votaremos el 4 de septiembre próximo”, subrayó el grupo encabezado por Yasna Provoste.

En dicha línea, al igual que ha señalado el gobierno de Gabriel Boric, recordaron que “existen sólo dos alternativas disponibles en virtud del Acuerdo Constitucional del 15 de noviembre del 2019, la reforma constitucional realizada y el Plebiscito del 25 de octubre del 2020: Aprobar o Rechazar el texto de nueva constitución que proponga la Convención Constitucional para el plebiscito del 4 de septiembre“.

“Ambas alternativas fueron habilitadas por el Acuerdo”, sostiene la misiva y sentencia, “no hay una tercera alternativa porque no fue planteada en la reforma constitucional que posibilitó el plebiscito de salida. En consecuencia, el plan B es un espejismo y no tiene ningún sustento jurídico ni político”.

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Respecto a la postura de los impulsores de la alternativa, el grupo afirmó que “es una ficción extemporánea de la derecha que ya acordó votar por el Rechazo al nuevo texto constitucional, y que confunde al país, le permite recuperar su poder de veto, y mostrarse proclive a los cambios, pero siempre que se mantengan los elementos centrales de la Constitución del 80, y específicamente el modelo económico que fue el causante de los abusos y desigualdades que gatillaron el estallido social”.

En cuanto a las últimas propuestas relacionadas, destacaron que “cambiar los quórums para reformar la actual Constitución de la dictadura implica dejar subsistente dicha constitución respecto a la cual, la ciudadanía, en forma abrumadora, se manifestó en contra en el plebiscito de octubre del 2020″.

“El llamado plan B pretende confundir a la ciudadanía al no separar el proceso de la Convención, que tuvo fallas y desaciertos, respecto al texto constitucional que se va a
plebiscitar”, especificaron, indicando que “naturalmente siempre es posible mejorar determinados aspectos del texto constitucional, pero esto debe hacerse de cara al país y una vez que la soberanía se haya pronunciado aprobando dicho texto”.

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