La amenaza del herpes zóster: una reaparición viral que puede dejar dolor crónico y afectar la salud mental

Por CNN Chile

05.12.2025 / 13:45

Especialistas advierten que el herpes zóster, más conocido como culebrilla, afecta a cerca del 30% de la población mundial y puede generar secuelas prolongadas, especialmente en personas mayores o con defensas bajas.


El herpes zóster es una enfermedad que puede aparecer muchos años después de haber superado la varicela, afectando principalmente a adultos mayores o personas con un sistema inmunológico debilitado. Según datos del Ministerio de Salud, cerca del 90% de la población ha tenido varicela en algún momento de su vida, lo que deja al organismo expuesto a una posible reactivación del virus en el futuro.

El virus varicela zóster permanece latente en el cuerpo tras la infección inicial y puede reactivarse ante ciertas condiciones médicas o periodos de debilitamiento del sistema inmune. Cuando esto ocurre, se manifiesta con dolor, ardor y lesiones cutáneas localizadas, generalmente en una franja del cuerpo. Esta reactivación viral es lo que se conoce como herpes zóster o culebrilla, una enfermedad que puede ser muy dolorosa y de evolución prolongada.

Los síntomas iniciales incluyen hormigueo, ardor, entumecimiento y alta sensibilidad en la piel, que luego dan paso a la aparición de ronchas o ampollas. Aunque en muchos casos el cuadro desaparece en pocas semanas, en otros puede extenderse por meses o incluso años. La complicación más temida es la neuralgia postherpética, un dolor persistente que se mantiene incluso después de que las lesiones han sanado.

Más allá de los síntomas físicos, el herpes zóster también puede impactar en la salud mental. Vivir con dolor crónico afecta la calidad de vida, puede generar depresión, aislamiento y dificultades para mantener la rutina social. Por eso, los especialistas insisten en un manejo integral del dolor, que combine tratamientos médicos, apoyo emocional y estrategias para evitar que el malestar derive en un cuadro depresivo.

El diagnóstico temprano es fundamental. Ante la aparición de dolor o lesiones localizadas en la piel, los médicos recomiendan consultar de inmediato para iniciar el tratamiento y reducir las posibilidades de complicaciones. Una atención oportuna puede acortar el curso de la enfermedad y prevenir que el dolor se vuelva crónico.

Finalmente, los expertos coinciden en que el herpes zóster representa una amenaza real y silenciosa. Aunque no se puede evitar completamente, mantener una buena salud general, cuidar el sistema inmune y acudir al médico ante los primeros síntomas son las mejores herramientas para prevenir sus consecuencias a largo plazo.

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