Quien ejerce un trabajo de oficina, más sedentario y sin mucha actividad física, posiblemente ha sentido ganas de comer algún snack o colación a pesar de haber comido algo recientemente. Este fenómeno tiene una explicación, así como también una forma de enfrentarlo.
¿Has sentido que durante tu jornada laboral aumenta la sensación de hambre? Galletas, chocolates, pan, papas fritas y un sin fin de colaciones son los principales compañeros de turno de muchas personas que realizan trabajos de oficina, más estáticos, rutinarios y con pocas oportunidades para realizar actividad física.
Y es verdad que estar frente a una pantalla produce “hambre por aburrimiento”, según detalla la nutricionista y académica de la Universidad de Santiago, Daniela González, siendo muchos los factores que modifican nuestros hábitos al momento de trabajar en turnos de mañana, tarde y noche. Es por esto que te entregamos lo que expertos recomiendan para mantener un equilibrio entre la salud alimenticia y laboral.
¿Por qué se produce el “hambre por aburrimiento”?
Uno de los principales factores que genera esta sensación insaciable proviene del sedentarismo, tomando en consideración la cantidad de horas donde las personas pasan sentadas frente a un computador, disminuyendo el gasto energético y favoreciendo prácticas poco saludables para la salud.
Es por esto que, lo que le sucede al cuerpo cuando estamos sentados durante todo el día afecta de forma directa el metabolismo, la digestión y la energía.
“En cuanto al metabolismo, baja la sensibilidad a la insulina, se reduce la oxidación de grasas y disminuye la tasa metabólica basal es decir, la energía que se gasta en reposo. A nivel de digestión, el vaciamiento gástrico se enlentece, puede aumentar el reflujo y la hinchazón abdominal y se altera el tránsito intestinal. En cuanto a la energía aumenta la fatiga mental, el flujo sanguíneo disminuye, lo que reduce la disponibilidad de oxígeno y puede generar esa sensación de cansancio mental”, señaló González.
El estrés es uno de los grandes culpables del aumento de consumo de alimentos durante la jornada laboral, ya que es el encargado de alterar las hormonas cortisol y grelina, las cuáles producen un aumento en el apetito y el deseo de comer las “comfort foods”, alimentos altos en azúcares, grasas y sal que producen una sensación de bienestar pero que no son saludables.
Así que sí, es correcto decir que el cuerpo tiende a confundir el cansancio con la sensación de vacío en el estómago, ya que provoca una disminución en la leptina, conocida como la hormona del hambre, que el cuerpo interpreta como ganas de comer, aunque la verdad es falta de descanso.
Hábitos saludables que puedes incorporar dependiendo de tu turno laboral
Para mantener una dieta saludable dentro de la oficina es necesario planificar la rutina, prefiriendo mantener opciones de alimentos prácticas, baratas y de fácil conservación.
Algunas de las recomendaciones que da González para sustituir los snacks procesados son: frutas frescas, frutos secos (puñado), yogur natural o griego, mix de semillas, bastones de verduras hechos de apio, zanahoria o pepino, dependiendo de tus gustos.
¿Cómo organizar tu alimentación?
Para aquellas personas que trabajan en turnos de mañana (de 07:00 hasta 15:00 horas aprox.) lo ideal es comenzar el día con la energía que provee un buen desayuno. Luego, contar con una colación de media mañana, puede ser alguna fruta acompañada de yogur o una porción de frutos secos. Avanzando el día es importante priorizar un almuerzo contundente, rico en proteínas, carbohidratos y frutas y verduras.
En el turno de tarde (de 14:00 hasta 22:00 horas aprox.) el foco es evitar un exceso de alimentos para el final del día, por lo tanto, se recomienda un almuerzo temprano y equilibrado, una colación de media tarde y una cena ligera al finalizar el turno (sopa, verduras, proteínas magras). Es importante evitar comidas energéticas cerca de la hora de dormir.
El turno nocturno es el más complejo para el metabolismo es por esto que se recomienda una comida completa antes de iniciar el turno, consumir colaciones livianas durante la noche (fruta, yogur, frutos secos), evitar los carbohidratos refinados y grasas pesadas durante la madrugada ya que estás ralentizan el metabolismo y afecta la salud digestiva. Al llegar a casa, tomar desayuno o una colación ligera y mantener una buena rutina de sueño es clave para un buen rendimiento.
Además de estos consejos, recuerda siempre mantener una buena hidratación durante el día, ya que ayuda a regular la temperatura, elimina las toxinas, protege órganos vitales, facilita la digestión y el transporte de nutrientes.
Las claves para un bienestar laboral
El psicólogo laboral y fundador de Valora People, Rodrigo Correa, explicó la importancia de los programas de bienestar en las empresas considerando que los trabajadores son “el motor de la organización”.
Para esto, es necesario que los programas y actividades de bienestar laboral se ajusten a las necesidades de los trabajadores de forma ágil y específica para cada segmento dentro de las organizaciones “priorizar la salud mental, la actividad física y el bienestar con accesibilidad. Es decir, que estén disponibles las acciones para que los trabajadores puedan tener un psicólogo y alguna actividad de pausa saludable”, detalló.
En respuesta a esta nueva problemática dentro de las empresas es necesario innovar en programas de bienestar integral para la salud física y emocional de los colaboradores, pero, ¿cómo se construyen?
“Diseñando programas que estén conectados y no aislado, ecosistema de bienestar que integra salud mental, actividad física, ergonomía, nutrición, sinergía de las áreas donde las personas estén conectadas con el bienestar y que no estén haciendo iniciativas sin contextos, que estén calendarizadas y sean recurrentes”, recomendó el experto en psicología laboral.
La implementación de actividades de camaradería como olimpiadas, ligas de deporte, fútbol, básquetbol con incentivos que promuevan el desarrollo de actividad física dentro del contexto laboral también son fundamentales para un bienestar físico y psicológico.
Esta serie de recomendaciones pueden ayudarte con la fatiga, el estrés y los malos hábitos alimenticios que, con el tiempo, vamos haciendo parte de nuestra rutina laboral.