WhatsApp nuevamente está siendo utilizada por hackers y estafadores para hacer caer a los incautos. Se trata de un enlace malicioso que se distribuye a través de los chats y que, al ingresar, abre la puerta a información personal del usuario.
De acuerdo a Ahora Noticias, se trata de una estafa a nivel internacional y que ha sido reportada en países de Europa, pero que ha llegado progresivamente a Brasil y Uruguay.
La clave: El link
Un denominador común de todas las estafas, incluyendo la recientemente revelada, tiene que ver con los enlaces que se mandan a través de la conversación de WhatsApp.
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La estafa comienza cuando un mensaje pide llamar a un número desconocido con urgencia o ingresar a un link para transferir dinero.
Al ingresar en la dirección maliciosa se produce una vulneración en el equipo que permite al virus enviar la misma cadena a los contactos y, además, extraer información personal como cuenta bancaria, correo electrónico y contraseñas.
FOTO:CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO
Desconfiar: El paso necesario
La primera forma de evadir estas estafas es preguntar de vuelta al contacto qué contiene el enlace que comparte.
Muchas veces -y dada la forma de operar de esta estafa- son personas de confianza quienes distribuyen el link con el virus, por lo cual la respuesta de un amigo debería ser convincente. De igual manera, una forma de hablar poco habitual podría desenmascarar un engaño involuntario.
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También es recomendable verificar el nombre del dominio del enlace: por lo general los sitios terminados en “.com” son más confiables que otras extensiones poco habituales.
En esa línea, siempre debe desconfiarse de los links usados con acortadores en los chats, como por ejemplo bit.ly. Además de ser poco frecuentes, pueden ser una herramienta que le permita a un hacker ocultar la dirección original, la cual puede contener decenas de caracteres que dejarían en evidencia que se trata de algo malicioso.
Finalmente, cualquier mensaje pidiendo dinero de manera urgente y que provenga de personas fuera del círculo de confianza del usuario debería traducirse en una llamada para corroborar que no sea un “cuento del tío”.
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