Review Airpods Pro: ¿Vale la pena en esta pasada?

Por Joan Xavier Alemany

03.05.2020 / 10:25

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Apple se metió de lleno en la arena de la cancelación de ruido agregando un toque diferente de diseño e ingeniería para la gama in-ear, cada vez más saturada con propuestas Bluetooth. Nuevamente, la ventaja la verán al máximo sólo quienes viven en el eficiente ecosistema que la manzana ha creado para sus dispositivos.


A 4 años del nacimiento de los AirPods la competencia en el mundo del Bluetooth in-ear se ha vuelto descarnada.

La fórmula de libertad inalámbrica, tamaño minúsculo y estuche de carga ha sido replicada por prácticamente todas las grandes firmas de la industria tecnológica, sin contar las decenas de desarrolladores independientes vía crowdfunding.

Frente a esta carrera -en la que rápidamente le estaban dando alcance- Apple volvió a golpear la mesa con los AirPods Pro. No son los primeros del barrio en tener cancelación de ruido, pero sí están entre los más cómodos y caros del mercado.

Considerando que renovar cada año puede ser insano para la billetera, la gran pregunta es, ¿son tan buenos estos como para cambiar los anteriores? Al menos esta vez hay cambios notorios, fundamentalmente por dentro, pero también drásticos en la presentación a nivel visual.

Sellado

Una de las cartas de presentación son las gomas de silicona. Sí, las mismas que tienen todos los demás, pero con un par de ligeras diferencias que lo hacen algo más inteligente. Principalmente en dos detalles.

Primero, el sellado en el oído que producen las amohadillas -intercambiables en tres tamaños- quedan sujetas a la revisión del propio iPhone. Una vez puestos, puedes verificar en su menú particular de configuraciones si están ajustadas perfectamente a la forma de tu oreja o no.

El iPhone te dará el verde en caso de que sea un ajuste óptimo o amarillo para sugerir un calce mejor.

Esto es particularmente relevante para conservar la calidad del sonido y, ya que la detección ocurre en cada oído por separado, es de suma importancia para quienes -por raro que parezca tenemos una cavidad más grande que la otra.

Aunque si bien al tener el verde como una estimación de que el sellado no puede ser mejor para aprovechar la aislación a nivel de calidad de audio, conviene probarse dos tamaños para estar seguros de que físicamente no se te van a caer con movimientos bruscos. Una caída en el lugar equivocado puede ser catastrófica.

Lo otro es la destacable estructura de las gomas. Hay que tirarla como cualquier otra para sacarla, pero volver a ponerla tiene un mecanismo que prácticamente parece un imán con una estructura sólida en lugar de ser la propia silicona deformable la que deba volver a acomodarse. Ahí ahorras varios segundos y, sobre todo, momentos de incomodidad respecto a otros modelos.

El diseño in-ear que va tan dentro de la oreja puede ser particularmente intrusivo para muchos. En la mayoría de los modelos de este estilo, se genera un efecto “tapón” en el oído que produce dos cosas: calor e incomodidad al hablar. No obstante, en el caso de los AirPods Pro ambas cosas están pensadas de antemano y resueltas exitosamente.

Cancelación de ruido

Cuando los auriculares presentan cancelación de ruido activa significa que vendrán más beneficios que el simple hecho de aislarte del mundo exterior.

Uno de ellos consiste en que, ya que el sonido que te rodea queda en gran medida anulado, puedes escuchar música a un volumen más bajo y, por consiguiente, no dañas tus oídos.

En estos se escucha de inmediato la “estática” característica de la onda de aislación cuando te los pones y la diferencia con los otros modos de escucha deja en claro que el efecto es casi perfecto.

Adentro viene con con el chip H1, que es lo que permite esta optimización en tiempo real y de baja latencia. Esto quiere decir que gracias al micrófono que da hacia afuera, los AirPods Pro crean ondas que detectan el ruido exterior y lo neutralizan con otra onda que se ajusta 200 veces por segundo.

Pero me gustaría ser claros en esto. La cancelación de ruido que consiguen los AirPods Pro no es absoluta y no reemplaza -como es de esperar- a un over-ear. Y, en esta gama en particular, existen propuestas como los Sony WF-1000XM3 que lo superan en el efecto.

La gracia que tienen estos blancos clásicos es un equilibrio adecuado entre el tamaño, la comodidad y la función que ofrecen. Por ejemplo, si bien el producto de Sony gana en cuanto cancelación, pierde espectacularmente en cuanto a tamaño (el contenedor es casi el doble de grande), peso y comodidad en los oídos versus los de Apple.

En ese sentido, como consumidor y audiófilo tendrás que tomar una decisión, pero tras meses de uso en varios de estos modelos, incluyendo los anteriormente mencionados, debo decir que la comodidad en el oído es intransable y que, personalmente, prefiero sacrificar una cancelación perfecta por una escucha sostenida, liviana, que llene mis oídos pero que, a la vez, me haga olvidar que los tengo puestos.

El punto más alto para mi, en este aspecto, es que gracias a sus micrófonos incorporados puedes “abrir” la escucha en el modo de cancelación parcial para escuchar tu voz y la de los demás. A mi parecer, este es el modelo que mejor lo ha logrado, ya que las voces no se escuchan tan “robóticas” en el exterior y tu propia voz no se oye saturada ni lejana, es prácticamente como una grabación.

Me he visto intercalando entre la conversación con el conductor de Uber (sonido ambiente) y mi música con cancelación completa sin ponerlos y sacarlos a cada rato solo usando esa función activada pulsando y manteniendo la parte inferior, como un pellizco. Realmente parece como si se hubiese abierto un agujero en la parte de atrás del auricular.

Cabe resaltar una solución tecnológica que hoy es de vanguardia. Esta zona inferior no tiene un botón, sino que un control háptico que simula serlo al tacto gracias a una vibración. Está en un lugar natural para la mano y consigue lo que propone: no robar espacio ni arruinar el diseño con un botón físico, pero proporcionar el feedback suficiente para entender que la acción fue ejecutada. Es más necesario de lo que se lee.

Calidad de audio

Acá hay una clave, que es también la gran justificación para desembolsar lo que cuesta por este modelo, entre los más caros del mercado en Chile.

Le llaman “ecualización adaptativa”, y clama escuchar el sonido que está saliendo para luego, de manera inteligente, ir ajustando frecuencias para sacarle el mejor provecho posible.

Es difícil de explicar, pero la calidad de la ecualización efectivamente es bastante buena, algo que tiene sentido considerando que tiene un parlante dedicado para los bajos que, junto con el sellado, le dan potencia y versatilidad muy por sobre la media de este tipo de dispositivos Bluetooth, que tienden a escucharse más bien planos.

Particularmente no pude apreciar un salto cuantitativo respecto a los anteriores en cuanto a capacidad y volumen, considerando que los anteriores ya eran bastante buenos. El detalle es que, para personas con una oreja algo “mañosa” como yo, este sellado permite que las ondas no se pierdan y que escuches como tienes que escuchar. Se trata más de un triunfo del diseño inteligente más que de características rimbombantes.


Conclusión

El gran capital de Apple aquí se muestra con claridaad. Dentro de su ecosistema de productos, el cuidado en los detalles logra que, al usarlos, nada parece fuera de lugar. Nada estorba ni nada sobra en el diseño, por lo cual usarlos prácticamente nunca incomodan, incluso tras largas horas de escucha.

Aprecio mucho que sean livianos, que el estuche sea compacto para cualquier bolsillo y que el diseño sea el clásico. Los motivos negros son cuestión de costumbres.

A nivel de software, la integración con cualquier iPhone es a prueba de fallos y marca un estándar de vinculación rápida que las variantes para Android todavía no consiguen emular.

Finalmente para subrayar: la duración de batería cae en la categoría de lo aceptable, llegando hasta 4,5 horas con una sola carga y, en caso de estar vacíos, en cinco minutos dentro del estuche te puede dar en torno a 1 hora de escucha. No marca un gran salto respecto a su predecesor en este sentido y puede ser insuficiente para un viajero frecuente, pero si te mueves por la ciudad y los usas para ir a trabajar, estás a salvo.

Esta vez, gracias a las almohadillas, sirven para hacer deporte.

Sumando y restando, es el mejor gadget inalámbrico que se puede comprar de este primer semestre de 2020, siempre y cuando tengas dinero y lo uses con un iPhone.