Por Joan Xavier Alemany

Hay tanto por hacer en los juegos de mundo abierto que se están lanzando por estos días, y la saga Far Cry es la que da uno de los mejores ejemplos de versatilidad en ese ámbito.

Ha pasado poco menos de un año desde que analizamos Far Cry 5, y recientemente Ubisoft sacó al mercado Far Cry New Dawn, una mezcla de belleza, caos y decadencia que se establece como una secuela del storyline anterior, pero con un vuelco de proporciones: el renacer post-nuclear de Hope County, la misma localidad del juego pasado en la que ahora veremos colorida vegetación y animales poco convencionales producto de la radiación.

Post apocalipsis autocontenido

La primera pregunta al probar un juego como este es si acaso se trata de una suerte de expansión y -desde luego- por qué se vende como un juego por separado pero más barato.

Y esa pregunta se responde en los primeros capítulos de la historia, en la que te das cuenta que haber jugado o no Far Cry 5 no influye de manera crítica en la experiencia y que, por lo demás, con el correr de las horas te das cuenta que la cantidad de contenido te permite superar fácilmente las 25 horas. 

Comienzas con un personaje completamente nuevo, que puede ser hombre o mujer, enfrentando una serie de nuevos enemigos que se han tomado el condado devastado con barricadas y maquinaria deshecha tras el apocalipsis nuclear.

Y los desarrolladores consideraron todo al momento de imaginarse este mundo florido renaciendo tras la radiación: en conjunto con especialistas, el mundo de New Dawn se inspira en lo que realmente podría pasar tras una catástrofe nuclear global. Ciertamente lo que aparece en el juego no pareciera ser tan desacabellado en aquel escenario hipotético.

Todo ese ambiente queda plasmado a la perfección con un detalle gráfico del mejor nivel. El realismo del agua y de los efectos de iluminación, de día y de noche, son asombrosos.

Para los jugadores que retornan, hay referencias directas a Joseph Seed y su secta que irás descubriendo rápidamente a medida que avanzas, así que termina ya mismo el juego anterior antes de saltar a esta secuela si quieres tener el cuadro completo.

Tu aventura comienza cuando te das cuenta que retomar Hope County es más difícil y más crudo de lo que los protagonistas imaginaron. Los Highwaymen, una agresiva banda armada hasta los dientes y cuyos miembros van sobre motos generando terror y muerte.

Lo mismo y un poco más

Gráficamente hablando, lo visual prácticamente sigue siendo de la misma calidad, lo cual es bastante bueno. Especial mención tienen los rostros de los personajes, cuyo énfasis en las expresiones con la mirada resultan verdaderamente convincentes al momento de expresar locura y desazón.

Hay cosas nuevas en materia de gameplay. Por ejemplo, ahora existen expediciones fuera de Hope County, las cuales pueden desarrollarse de mejor manera si las atraviesas en Co-op.

Importante es mencionar la idea de elementos de “RPG liviano” introducidos como modificación a la hora de encontrar enemigos y crear las armas. Esa adición es absolutamente necesaria para sentir que el peligro que está ahí afuera es impredecible. Hablamos de que, por una parte, los hostiles que aparecen tienen diferentes niveles de dificultad, y no son simplemente zombies NPC errando escopetazos.

Junto con eso llegó el desarrollo de tu equipo. En lugar de ahorrar y ahorrar para comprar un arma poderosa y luego reabastecer de municiones de vez en cuando -como era en Far Cry 5-, en esta nueva entrega el foco está puesto en la creación, que es literalmente lo primero que te enseñan a hacer al conseguir un bello y funcional lanzasierras, más efectivo de lo que imaginas.

Por supuesto que la pretensión acá es que recorrer el mundo abierto sea menos opcional, así que olvídate ahora mismo de jugarlo si le dedicas poco tiempo a tus sesiones. Los recursos -más necesarios que nunca- están en los diferentes edificios abandonados o los outposts controlados por el enemigo, por lo que debes mirar en todos lados como carroñero para encontrar los materiales que te permitan forjar un arsenal de mejor nivel conforme avanzas en la historia.

Ahora hay un “Modo Foto” para que los que tienen PC puedan hacer gala de todo ese detalle que aparece en Ultra, con varios efectos de cámara profesional.

El resto de la dinámica es bastante similar. Hay capturas de tesoros a través del mapa y también el tradicional Guns for Hire, que te dejará escoger entre 6 personas y dos animales (un amistoso perro y un estoico jabalí)  para que te asistan en tus asaltos en el estilo que prefieras, ya sea evitando ser detectado o atacando directamente con tu compañero armado con un RPG.

Personalmente considero que las similitudes con el título anterior no hacen más que fortalecer los conceptos básicos de Far Cry y que han hecho exitosa a la franquicia: villanos trastornados, temor que te persigue en cada rincón, incertidumbre sobre quién y cuántos te van a interceptar, pero sobre todo mucha acción, vehículos y explosiones. Todo eso lo consigue para establecerse entre lo mejor del shooter hoy en día.

Lo debatible y, creo, lo más bajo es el propio relato de la historia principal, cuyo jefe final son las gemelas Mickey and Lou, potenciadas con una personalidad desquiciada que puede entregar sorpresa a los jugadores nuevos, pero que ciertamente tiene momentos bastante predecibles y anticlimáticos.

En suma

Podemos calificar a Far Cry New Dawn como una actualización necesaria de su predecesor para los enamorados de la saga, con algunas funciones nuevas y modos que enriquecen el gameplay, sumado una colorida temática visual que complace el recorrido sin restar en nada la tensión y el caos. Es un equilibrio de color y sombra que hoy es muy difícil de conseguir. Sin embargo, si no tienes ningún juego de la franquicia, deberías preferir jugar primero Far Cry 5, principalmente por la calidad de la trama.

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