El fiscal general de Estados Unidos dice que los tuits del presidente hacen imposible que él haga su trabajo.
Son declaraciones inusuales, porque las emitió uno de los máximos funcionarios del sistema judicial. Es un hombre nombrado por Trump y que ha sido uno de sus grandes apoyos.
La polémica se generó luego de que el fiscal, William Barr, declarase: “Hacer declaraciones públicas y tuits sobre el Departamento de Justicia y nuestra gente aquí acerca de casos que están pendientes en este departamento y sobre los jueces que los están manejando hace imposible que yo pueda hacer mi trabajo”.
Se manejan teorías de que el fiscal quiera estar desmarcándose del presidente para demostrar que es independiente antes de ser interrogado.
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El Congreso llamó a Barr a declarar el 31 de marzo por el caso del ex asesor de la campaña de Trump, Roger Stone, que originalmente había sido condenado a una pena que a Trump le pareció demasiado alta. Esta contemplaba los cargos de perjurio y manipulación de testigos.
El mandatario estadounidense criticó vía Twitter al fiscal. Horas después, se supo que el Departamento de Justicia recomendaba recortar la condena. Trump, entonces, subió un mensaje felicitando al fiscal por hacerse caso de un caso que “estaba fuera de control”.
Varios demócratas están furiosos ante lo que parecen ser nuevos intentos de Trump por manejar un poder del Estado que no es competencia del presidente. Los analistas plantean dudas sobre el verdadero fin entre el intercambio del presidente y un hombre que siempre lo protegió.
“El presidente es lo que es. Piensa que está sobre la ley, no tiene respeto por las normas, pero, ¿dónde están los republicanos que sacan la voz en esta violación evidente al imperio de la ley?”, comentó la presidenta de la Cámara de Representantes desde enero de 2019, Nancy Pelosi.
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“Le daré cierto crédito al fiscal general, porque él le dijo al presidente ‘deje de hacer eso’. Ahora, la secretaria de prensa, que nunca habla públicamente, sacó un comunicado horas después, diciendo que tiene libertad para opinar”, afirma el analista Jeffrey Toobin.
“Es casi como si siguiera siendo el conductor de El Aprendiz, pese a que no tiene autoridad en esta área. Pronto sabremos si lo de hoy es sólo una actuación o el presidente efectivamente deja de interferir en los fallos criminales del Departamento de Justicia“, comentó el experto.
Otra polémica que remece a la clase política en Washington DC, pero que no parece afectar la opinión de los votantes es que, según la última encuesta Gallup, seis de cada diez personas dicen que están mejor ahora que cuando inició Donald Trump hace tres años.
Además, al 62% de los estadounidenses dice que hay que reconocer el trabajo de Donald Trump por mejorar la economía.
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