El Papa Francisco expulsó del sacerdocio a Fernando Karadima, a ocho años de que se conocieron los casos de abusos cometidos en la Parroquia de El Bosque. La determinación fue confirmada por el Vaticano a través de un comunicado, en el cual señalaron que se trata de una decisión “excepcional” que se tomó por el bien de la Iglesia.
La doctora en Ciencias Sociales de la Universidad Gregoriana de Roma, y directora de la Escuela de Ciencias de la Familia en la Universidad Finis Terrae, Ana María Yévenes, dijo en Hoy Es Noticia que “el Papa tomó esta decisión porque hay delitos ocultos o muy graves, que es una información reservada”.
La experta comentó que se trata de “temas extremadamente graves” con nuevos antecedentes: “son delitos nuevos, que no estaban contemplados en la anterior sentencia”.
También sostuvo que el motivo de la reserva podría ser que “los temas de abusos sexuales contra menores son casos que el ventilarlos públicamente provocarían una revictimización de la persona que los sufre”.
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Se cierra una etapa
Yévenes explicó que la expulsión de Karadima es el máximo castigo del Papa y “no existe pena más alta”.
La especialista dijo que el Sumo Pontífice se está haciendo cargo “del bien del pueblo de Dios”, cumpliendo con su rol como garante de la comunión. Además, rescató la libertad que se ha tomado en su actuar.
Ahora la Iglesia Católica deja de tener obligaciones con Karadima, y la sentencia es inapelable. “Con esto se cierra una etapa que ha sido tremendamente dolorosa”.
Finalmente, Yévenes adelantó que deberían haber más novedades pronto: “Sabemos que hay varios nombramientos que están pendientes y muchos casos que están abiertos”.
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