El magistrado enfrenta un sumario, el escrutinio del Ministerio Público y la amenaza de una acusación constitucional debido a esta causa.
El ministro de la Corte Suprema, Diego Simpertigue abordó esta semana las críticas que lo rodean debido a si presunta implicación con los abogados imputados en el Caso Muñeca Bielorrusa; Mario Vargas y Eduardo Lagos.
A través de un documento preparado junto a sus asesores, el magistrado reconoció su cercanía con Vargas y Lagos y admitió haber compartido viajes personales con ambos, pero enmarcó esos vínculos en la vida social de sus familias y sin relevancia para su labor judicial.
Reconocimiento de viajes y vínculos personales
Según La Tercera, Simpertigue detalló que los viajes cuestionados —dos cruceros, uno en 2023 por el Mediterráneo y otro en 2024 por el Báltico— fueron organizados por las esposas de los involucrados, quienes, asegura, mantienen una amistad cercana.
El ministro subrayó que estos encuentros sociales no constituyen irregularidades ni conflictos de interés.
Frente a la declaración del exdiputado Gabriel Silber, quien afirmó que un familiar del magistrado habría usado sin pago un departamento de Lagos en El Golf, el juez respondió que sí existieron pagos y que se trató de un arriendo formal, no de un favor personal.
Posición sobre su actuación judicial
En uno de los puntos más sensibles, Simpertigue reconoció que no se inhabilitó en causas donde Vargas y Lagos participaron, pero argumentó que nunca supo quiénes eran los abogados intervinientes, ya que —según explicó— la normativa no obliga a los relatores a detallar la identidad de los litigantes.
También afirmó que una de sus participaciones en un recurso del Consorcio Belaz Movitec ocurrió por expreso llamado del presidente de la Corte Suprema.
Defensa de su entorno familiar
El ministro también abordó las dudas sobre la aparición de César Maturana Pérez, esposo de su hijastra, en 19 ternas judiciales, negando haber ejercido algún tipo de influencia, pese a revelarse que este no habría reunido los requisitos para esas postulaciones, según el medio anteriormente mencionado.
El magistrado aseguró que Maturana cuenta con las capacidades y antecedentes profesionales para postular. Agregó que resulta “inexplicable” que no haya sido seleccionado pese a haber postulado más de 300 veces.
Un reconocimiento en medio de la presión
La estrategia comunicacional del ministro se centra en transparentar sus vínculos personales, pero insistiendo en que ninguno de ellos influyó en sus decisiones como juez.
Este intento de control de daños llega mientras enfrenta un sumario administrativo, la atención del Ministerio Público y la amenaza de una acusación constitucional.
Aunque evaluó renunciar a su cargo tras 42 años en el Poder Judicial, Simpertigue finalmente admitió que la ley le impide hacerlo mientras exista una investigación en curso.
Por ahora, se mantiene a la espera de conocer los detalles de la acusación para afinar su defensa.