Durante la jornada de este viernes se determinó que los dos individuos imputados por el ataque lesbofóbico en contra de Carolina Torres deberán permanecer en prisión preventiva durante los 70 días que durará la investigación.
Se trata de los hermanos Reynaldo y Miguel Ángel Cortés Arancibia, de 24 y 30 años respectivamente, quienes fueron formalizados por el delito de homicidio calificado por el hecho que ocurrió durante la madrugada del 14 de febrero.
AHORA: 1° Juzgado de Garantía de #Santiago decreta prisión preventiva para Miguel y Reinaldo Cortés Arancibia, imputados por el delito frustrado de homicidio calificado en contra de Carolina Torres. Hecho ocurrido el 13 de febrero en Pudahuel. Plazo de investigación: 70 días. pic.twitter.com/lBd0EVJ0M3
— Poder Judicial Chile (@PJudicialChile) April 12, 2019
Este viernes se desarrolló la audiencia de formalización en el Primer Juzgado de Garantía de Santiago, luego de que la PDI detuviera a los dos sujetos durante la tarde del jueves, después de que estuvieran prófugos durante casi dos meses.
En ella los sujetos confesaron ser los autores de la golpiza, que se desarrolló con golpes de puños, pies y objetos contundentes, y que dejó a la joven de 24 años con una fractura de cráneo, huesos de la nariz, hemorragia interna y amnesia post traumatismo cerebral.
Eduardo Baeza, el fiscal a cargo del caso, aseguró que el motivo del ataque fue la expresión de género. “A doña Carolina Torres, de acuerdo a los antecedentes que hay en la carpeta de investigación, la agreden justamente por eso, lo cual se evidencia o uno lo puede deducir por acciones que ejecutaron con anterioridad y en el momento mismo de la agresión, en el sentido de tratarla de una determinada forma“, explicó.
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Carolina estuvo internada durante 20 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la ex Posta Central, fue dada de alta después de dos semanas, y actualmente se encuentra en proceso de recuperación.
Hoy lidia con secuelas como ataques de pánico, complicaciones para respirar, temblores, problemas de equilibrio, y la dependencia de medicamentos como el ácido valpróico, que estabiliza su ánimo, le ayuda a conciliar el sueño e impide ataques de epilepsia. Su familia debió organizar un bingo a mediados de marzo para cubrir los costos de su recuperación.
Por otra parte, ambos individuos poseen condenas previas por enfrentamientos, por lo que no podrán optar a penas sustitutivas.
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