A través de un comunicado de la Santa Sede se dio a conocer la decisión del papa Francisco respecto a la expulsión del sacerdocio del arzobispo emérito de La Serena y miembro del Instituto de los Padres de Schoenstatt, Francisco José Cox Huneeus, y del obispo emérito de Iquique, Marco Antonio Órdenes Fernández.
El escrito expone que la decisión fue tomada el pasado 11 de octubre y no admite ningún tipo de recurso en su contra.
Para ambos casos se informó que fue aplicado el artículo 21 del motu proprio “Sacramentorum Sanctitatis Tutela”, que se refiere a actos manifiestos de abusos a menores.
El Santo Padre ha dimitido del estado clerical a Francisco José Cox Huneeus, arzobispo emérito de La Serena (Chile), miembro del Instituto de los Padres de Schoenstatt, y a Marco Antonio Órdenes Fernández, obispo emérito de Iquique (Chile).https://t.co/391W6PjD2Q
— IglesiadeSantiago.cl (@Iglesiastgo) 13 de octubre de 2018
Tanto Cox como Órdenes ya fueron notificados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, aunque respecto al primero, continuará formando parte del Instituto de los Padres de Schoenstatt.
Cabe mencionar también, que Cox enfrenta desde fines del 2017 una acusación por abuso sexual cometida en Alemania, donde se encuentra al cuidado del propio movimiento Schoenstatt.
Así, con Cox y Órdenes, ya son cuatro los sacerdotes chilenos expulsados, sumándose a los casos de Cristián Precht el 15 de septiembre y Fernando Karadima el 28 del mismo mes.
Reacción Conferencia Episcopal
Luego de conocida públicamente la decisión del papa Francisco, la Conferencia Episcopal dio a conocer su reacción a través de un comunicado de prensa firmado por el comité permanente de dicho estamento, compuesto por el obispo castrense Santiago Silva, Fernando Ramos Pérez, obispo auxiliar de Santiago y administrador apostólico de Rancagua, el cardenal Ricardo Ezzati y el obispo de San Bernardo Juan Ignacio González.
Los ya mencionados afirmaron que “nuestra palabra es de cercanía hacia quienes han sufrido el abuso y daño causado por obispos. A ellos, a sus familias y comunidades, les pedimos perdón”.
También agregaron que “los obispos de la Conferencia Episcopal continuamos nuestro caminar de renovación eclesial, con nuestro servicio a disposición del discernimiento del Santo Padre”.
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