Los registros captados evidencian que los propios uniformados reportaron un atropello en tiempo real, mientras intentaban coordinar el traslado de las víctimas.
A cuatro meses de la tragedia ocurrida el pasado 10 de abril en el Estadio Monumental, donde fallecieron dos jóvenes hinchas en la antesala del partido entre Colo Colo y Fortaleza por Copa Libertadores, nuevos registros audiovisuales han puesto en entredicho la versión inicial entregada por Carabineros.
Los registros corresponden a cámaras corporales utilizadas por efectivos policiales desplegados en el lugar de los hechos —específicamente en la intersección de Marathon con Benito Rebolledo— y revelan que Martina Pérez y Mylan Liempi habrían sido atropellados por un vehículo policial blindado tipo Sand Cat, contradiciendo la primera versión oficial que apuntaba a la caída de una reja en medio de una avalancha de hinchas como la causa de las muertes.
Según reveló 24Horas, las grabaciones captan comunicaciones entre los funcionarios en el lugar.
En ellas, se escucha claramente cómo reportan un atropello a la Central de Comunicaciones de Carabineros, detallando que las víctimas fueron alcanzadas por el vehículo policial: “Un atropello, Central… el vehículo les pasó por encima”, señala uno de los uniformados en los audios.
“Mantengo dos 37 (código para personas lesionadas), al parecer menores de edad… Les pasó el Sand Cat por encima”, reporta otro.
Estas declaraciones fueron emitidas mientras los carabineros intentaban organizar el traslado urgente de los jóvenes a un centro asistencial, situación que se vio dificultada por la demora de la ambulancia, que habría tardado cerca de 12 minutos en llegar, a pesar de que había recintos médicos cercanos como la Clínica BUPA y el Hospital de La Florida.
A pesar de la gravedad de los hechos, no existen imágenes del momento exacto del incidente.
Las cámaras de seguridad del sector no estaban enfocadas hacia el lugar del atropello, y ninguna de las cámaras GoPro que portaban los carabineros implicados estaba encendida al momento del suceso.
Actualmente, tres carabineros se mantienen imputados y separados de sus funciones operativas a raíz del hecho, aunque aún no han sido formalizados.
La defensa de los funcionarios ha señalado que lo captado en los registros corresponde a versiones preliminares emitidas en una situación de alta tensión, las cuales —según argumentan— pudieron haber sido corregidas posteriormente con más precisión.
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