El brigadier (r) Arturo Aranda llegó hasta el Penal Cordillera pero no pudo entrar como cualquier miércoles debido a “que se suspendieron todas las visitas” por razones de seguridad, según le comunicaron en el lugar. A su juicio, el recinto no cuenta con todas las comodidades especiales, como piscinas y cancha de tenis, como se ha especulado.
“El encierro es igual. Están sometidos a una presión psicológica tremenda, rodeados de alambres de púas y una serie de elementos de seguridad para evitar escapes. No tienen ningún beneficio”, aseguró Aranda.
La Dirección del Trabajo recordó que el comercio debe cerrar a las 20:00 horas los días 24 y 31 de diciembre y advirtió sanciones de hasta 20 UTM por cada trabajador afectado en caso de incumplimiento.