La denominada supergripe puede confundirse con un resfrío común en sus primeras etapas, pero su evolución suele ser más intensa. Conocer las señales iniciales y los signos de alarma resulta clave para evitar complicaciones, especialmente en adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.
La circulación de la influenza A(H3N2), particularmente del subclado K, ha reforzado el llamado de las autoridades sanitarias a reconocer de forma temprana los síntomas asociados a esta variante del virus, con el objetivo de prevenir complicaciones y reducir la transmisión, especialmente en los grupos de mayor riesgo.
De acuerdo con especialistas, la influenza A(H3N2) suele manifestarse de manera brusca, a diferencia de un resfrío común.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la fiebre alta, generalmente superior a los 38 °C, escalofríos, dolor muscular intenso, dolor de cabeza, fatiga extrema y malestar general. A estos se suman síntomas respiratorios como tos seca persistente, dolor de garganta y congestión nasal.
En algunos casos, especialmente en niños, también pueden presentarse náuseas, vómitos o diarrea, mientras que en adultos mayores la enfermedad puede manifestarse con signos menos evidentes, como confusión, debilidad marcada o empeoramiento de enfermedades crónicas preexistentes, lo que dificulta su detección temprana.
Síntomas de alarma
Las autoridades sanitarias advierten que se debe consultar de manera inmediata a un centro de salud ante la aparición de dificultad para respirar, dolor u opresión en el pecho, fiebre persistente que no cede, coloración azulada de labios o uñas, deshidratación, somnolencia excesiva o empeoramiento rápido del estado general.
Estos signos pueden indicar el desarrollo de complicaciones graves, como neumonía o insuficiencia respiratoria.
Importancia del diagnóstico oportuno
El diagnóstico precoz permite iniciar tratamiento antiviral, especialmente en personas pertenecientes a grupos de riesgo, lo que puede reducir la duración de la enfermedad y el riesgo de hospitalización.
En este sentido, el Ministerio de Salud ha insistido en no automedicarse, evitar acudir a lugares de trabajo o estudio con síntomas respiratorios y mantener medidas básicas de prevención.
La vacunación contra la influenza sigue siendo la principal herramienta para prevenir cuadros graves asociados a la influenza A(H3N2). Junto a ello, se recomienda el lavado frecuente de manos, el uso de mascarilla en caso de síntomas respiratorios, la ventilación de espacios cerrados y la consulta oportuna ante cualquier signo de alarma.