El diputado saliente realizó un duro análisis sobre el desempeño de su partido y la coalición, apuntando a una desconexión con las urgencias ciudadanas como la seguridad y el narcotráfico en zonas vulnerables. Además, admitió haber subestimado el fenómeno político del Partido de la Gente y llamó a su sector a tener "pudor" y honestidad intelectual para entender el mensaje de las urnas.
Tras los resultados de las recientes elecciones parlamentarias y presidenciales, el diputado de Evópoli, Francisco Undurraga, realizó una profunda autocrítica sobre las razones que llevaron a su partido a perder terreno frente a otras fuerzas políticas y sobre su propia derrota en el distrito 11, donde no logró la reelección.
El parlamentario apuntó en conversación Diario Financiero a una desconexión con la realidad territorial fuera de los sectores acomodados, sugiriendo que la colectividad cayó en una lógica de burbuja que les impidió leer correctamente las demandas ciudadanas, especialmente en materia de orden público.
Undurraga fue enfático al señalar que la ciudadanía entregó un mensaje claro: aunque se valora el diálogo, existe una demanda urgente por mayor firmeza. En este sentido, el legislador admitió que Evópoli se volvió “un tanto elitista” al utilizar referencias equivocadas para medir la realidad nacional.
“Miramos como referencia el distrito de uno —donde saqué una buena votación, pero no salí—, o miramos como referencia los centros de estudios; y no miramos como referencia el narcotráfico en Peñalolén, en La Florida, en la zona centrosur del país”, explicó el diputado.
Esta falta de sintonía, según su análisis, permitió que el Partido Republicano capitalizara electoralmente la agenda de seguridad, a pesar de que, según Undurraga, fue Evópoli —a través de figuras como Felipe Kast— quien impulsó las legislaciones más relevantes en la materia. “No fuimos capaces de traspasarle aquello a la ciudadanía”, lamentó.
El futuro de la coalición y el “ninguneo” a Parisi
El análisis del parlamentario también abordó la situación general de Chile Vamos. A su juicio, el bloque de centroderecha debe realizar un ejercicio de honestidad brutal para entender por qué se desconectaron de la base social y por qué el electorado opositor se inclinó mayoritariamente hacia la propuesta de José Antonio Kast.
“Le falta mastique a Chile Vamos, rumiar la derrota. No fuimos capaces de rumiar la derrota de Sichel, en Evópoli tampoco la de Ignacio Briones”, sostuvo Undurraga, agregando que si bien los resultados parlamentarios no fueron dramáticos en comparación con la debacle presidencial, es necesario tener “pudor” para analizar lo sucedido.
Asimismo, reconoció un error estratégico al subestimar a Franco Parisi y al Partido de la Gente (PDG), admitiendo que existió una actitud peyorativa hacia esa fuerza política emergente. “Nosotros ninguneamos a Franco y ninguneamos a la gente del PDG. Encontramos que eran personas como raras, que hacían política de una forma rara”, confesó.
De cara al futuro inmediato, Francisco Undurraga confirmó que, tras calificar su derrota personal como “dolorosísima”, se enfocará en reconstruir su vida laboral en el mundo privado. Sin embargo, dejó planteada la interrogante sobre cómo gobernaría su sector en caso de llegar a La Moneda, advirtiendo que se debe definir si se gobernará solo para el núcleo de adherentes o con una visión de Estado más amplia.