Entre otras cosas, el sondeo también mostró señales de moderación en el consumo, ya que un 57% aseguró que comprará menos regalos y un 53% planea destinar un presupuesto menor para ello.
A pocos días de la Navidad, Cadem realizó una encuesta en la que el 77% declaró que le gusta esta fecha, frente a un 23% que admite no disfrutarla.
Sin embargo, el “espíritu grinch” no está del todo ausente y se concentra principalmente en los hombres (29%) y en el grupo etario que va entre 35 y y los 54 años (28%).
Por otra parte, el sondeo también reveló que las tradiciones todavía se mantienen vivas. Un 71% afirmó que armará el árbol de Navidad y casi la mitad instalará un pesebre (47%).

En cuanto a la comida, el clásico pan de Pascua sigue reinando en la mesa de los chilenos y chilenas: al 80% le gusta y, de ese total, un 64% lo prefiere con fruta confitada.
Además, el 43% participa del tradicional “amigo secreto”, mientras que la canción que mejor representa estas fechas es “Mi burrito sabanero”, en la versión de Juanes, con un 19% de las preferencias.
En cuanto a la cena de Navidad, la carne se impone como plato principal (43%), acompañada de ensaladas (35%) y papas duquesas (32%). Para brindar, la mitad de los encuestados optará por cola de mono (50%), consolidándose como la bebida alcohólica más habitual de la Nochebuena.
Moderación en el consumo
El consumo mostró señales claras de moderación, ya que un 57% aseguró que comprará menos regalos y un 53% planea destinar un presupuesto menor a este ítem. La mayoría gastará entre $30.000 y $70.000 en regalos (27%), mientras que el desembolso en comida y bebidas se concentrará entre los $30.000 y $60.000 (36%).
Las compras de regalos se realizan principalmente entre el 8 y el 23 de diciembre (49%) y las grandes tiendas siguen siendo el canal favorito (36%). En cuanto a los obsequios, lideran ropa, zapatos y accesorios (43%), seguidos por juguetes (28%) y perfumes (22%).
Para Rodrigo Durán Guzmán, académico y especialista en opinión pública, sostuvo que estas cifras reflejan un cambio cultural marcado por el contexto económico. “La Navidad en Chile sigue siendo altamente simbólica y emocional, pero hoy está atravesada por una mayor racionalidad en el gasto.
“Las personas no renuncian a la celebración ni a las tradiciones, pero ajustan sus decisiones de consumo para cuidar el presupuesto familiar”, explica.