El parlamentario también reconoció errores del Frente Amplio, apuntó a la necesidad de elevar los estándares de probidad en el sistema político y cuestionó duramente el rol del fiscal Patricio Cooper en las escuchas ilegales del Caso ProCultura, calificándolas como una “alerta seria” para la Fiscalía.
A dos años del estallido de la polémica arista Democracia Viva del Caso Convenios, el senador Juan Ignacio Latorre (Frente Amplio) se refirió sin rodeos al impacto político que provocó la crisis en su coalición y a los aprendizajes que dejó.
En conversación con Radio Biobío, el parlamentario admitió errores, pero también aseguró que los involucrados en el escándalo, incluida la desaforada Catalina Pérez, “nos mintieron y nos ocultaron información”.
Esto, habría sido —según indicó el parlamentario— unos días antes de conocerse los vínculos entre Democracia Viva y personeros del FA.
“Unos días antes ellos (lo involucrados) nos piden una reunión y nos cuentan que es probable que en los medios regionales salga y se empiece a cuestionar este convenio. Los propios involucrados e incluso Catalina Pérez decían que acá no había nada irregular, que estaba todo en regla. Ellos reconocían que había un error de descriterio en haber ponderado por las cercanías políticas, el haber avanzado en este convenio, pero que en términos administrativos y legales estaba todo en regla”, relató.
El senador también reconoció que inicialmente confió en la palabra de Catalina Pérez, entonces vicepresidenta de la Cámara y figura de peso en la colectividad, pero con el paso de los días —y nuevos antecedentes— su confianza se transformó en desilusión.
“Ella y los involucrados nos aseguraron que todo estaba en regla. Yo le creí, por la relación de confianza política que teníamos. Pero después entendimos que era muy poco probable que no supiera”, señaló el exlíder de Revolución Democrática.
En la misma línea, explicó que “en lo personal tenía una relación de confianza política con ella (Pérez) y, por tanto, le creía, tendía a creerle su versión inicial de que ella no tenía nada que ver en esto“.
“Nos mintieron y nos ocultaron esa información“, sentenció.
Hoy, Pérez se encuentra formalizada y cumple arresto domiciliario a raíz del caso.
Lecciones tras el escándalo
Latorre hizo una autocrítica general del sistema político, subrayando que ningún partido está libre de caer en prácticas de corrupción.
“Incluso quienes levantamos banderas de transparencia hemos sido golpeados por esto. Hay una responsabilidad institucional en reaccionar, pero también en prevenir”, dijo.
Entre las medidas que destaca está la querella presentada por su partido contra los implicados. “Hay que llegar al fondo, incluso si eso implica enfrentar a exmilitantes que fueron parte del mismo proyecto político”, añadió.
Además, señaló que la experiencia debe servir para construir mejores mecanismos de control interno. “Se trata de elevar estándares de probidad, rendición de cuentas y transparencia. No basta con reaccionar una vez estalla el escándalo”, subrayó.
Caso ProCultura y fiscal Cooper: “Es una alerta seria”
Consultado sobre las escuchas ilegales a la abogada Josefina Huneeus —una de las cuales incluía una conversación con el Presidente Boric— el senador fue enfático: “Lo que se reveló es grave. La Corte Suprema lo declaró ilegal, y eso debe encender alarmas”.
Aunque no suscribió completamente la declaración emitida por la directiva del Frente Amplio, que acusó al fiscal Patricio Cooper de un posible “espionaje con fines políticos”,
Latorre reconoció que se trató de una “alerta política legítima” y reiteró que su prioridad es que se investigue la corrupción con pleno respeto al Estado de derecho.
“Si me hacían elegir entre esa declaración y la del Presidente Boric, yo me quedaba con la del Presidente. El centro tiene que estar en la persecución penal del delito”, recalcó.
Respecto del actuar del fiscal Cooper, Latorre señaló que debe dar explicaciones por la autorización de escuchas ilegales y por las filtraciones de información que, a su juicio, podrían haber tenido objetivos políticos.
“Esto se puede prestar para otras cosas, por ejemplo espionaje político o perjudicar a alguien, hacer alguna operación política mediática en contra de alguien de algún sector, pero que no tiene nada que ver con la pega que tiene que hacer Fiscalía, que es perseguir penalmente el delito”, señaló.
“Este caso no está superado”
El parlamentario también matizó declaraciones previas en las que sostuvo que el caso Democracia Viva ya estaba superado.
Sin embargo, aclaró que se refería a su situación personal: “Yo ya no soy presidente del partido y estoy enfocado en otras tareas legislativas. Pero como proyecto colectivo, claramente es un tema que sigue presente”.
Por último, reiteró que la institucionalidad debe fortalecerse para prevenir futuros casos de corrupción: “Este tipo de crisis no solo dañan a los partidos, sino al sistema democrático en su conjunto. Hoy, más que nunca, hay que actuar con firmeza, pero también con responsabilidad”.