No debemos olvidar jamás que tiene un origen ilegítimo y espurio. La Constitución del 80 ha sido llamada por alguien, la Constitución del gatopardismo, ya que es una Constitución que se cambia, se cambia, se cambia y todo sigue igual”, explicó el 2013 Carmen Hertz, por ese entonces abogada de DD.HH. y firmante del manifiesto por Asamblea Constituyente

Seis años después la petición de Hertz ha sido tomada por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), quienes analizaron el actual escenario de crisis que afecta al país, entrando de lleno al debate sobre cuáles podrían ser los caminos para descomprimir el descontento social.

En declaraciones a Radio Bío Bío el vicepresidente ejecutivo del organismo, Aldo Valle, llamó al Gobierno y al Congreso a cambiar la carta magna, evitando sacar cualquier ventaja política del proceso.

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“El sistema político tiene la mayor responsabilidad. No los que están marchando, no los que andan en las calles, sino que quienes precisamente, en virtud de la institucionalidad vigente tienen atribuciones para llevar adelante una reforma a la Constitución que permita abrir caminos que nos lleven a una solución de carácter democrático que garantice las libertades y los derechos de las personas”, señaló al medio.

El Cruch, además, anunció la realización de diálogos ciudadanos en cada región del país, utilizando la infraestructura de las propias casas de estudio para que luego se pueda sistematizar lo que arrojen estos cabildos por medio de un documento.

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