Por Gonzalo Fuenzalida
FRANCISCO CASTILLO/AGENCIAUNO

La pandemia ha mostrado la necesidad de reformar con urgencia nuestras normas jurídicas, con el fin de adecuarlas a estos tiempos de crisis, riesgos, dificultades e incertidumbres que actualmente estamos viviendo. Y las leyes laborales no son la excepción. Es por este motivo que existe la necesidad ineludible de adaptarse a las nuevas dinámicas provocadas por la propagación del coronavirus, y es por ello, por lo que se han presentado diferentes iniciativas parlamentarias y gubernamentales tendientes a dar respuestas rápidas y precisas a los problemas que diariamente nos plantean los empleadores y los trabajadores.

Algunas de esas propuestas que existen para reactivar el empleo se inclinan por el lado de promover la flexibilidad laboral, por ejemplo, al permitir la contratación por hora de las personas. Modificando el Código del Trabajo se podría permitir que los trabajadores puedan acordar con sus jefes o empleadores jornadas de trabajo que les sean más convenientes para compatibilizar con el cuidado de su familia, con sus estudios, o incluso con un segundo trabajo en otra empresa. Bajo esta modalidad de trabajo ambas partes tendrán mayor libertad para tomar acuerdos en esta materia, beneficiándose mutuamente.

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Considero positivo que en nuestro país exista la figura de la contratación a las personas para jornadas laborales por hora para promover el empleo y la actividad económica en Chile. Además, esto conlleva beneficios como la polifuncionalidad o multifuncionalidad laboral para que las personas puedan realizar varias funciones, de diversa naturaleza, y contribuir enormemente con sus conocimientos, habilidades y experiencia en el desarrollo de la empresa. La actual limitación jurídica restringe el potencial que podrían desplegar estos trabajadores, quienes cuentan con las capacidades y competencias necesarias para realizar varias tareas de diversa naturaleza.

Otro asunto muy relevante es la capacitación de los trabajadores, por eso es necesario entregar más herramientas para promover la formación y perfeccionamiento de los trabajadores dentro de sus compañías u organizaciones. Si contamos con personas con mayor preparación, podrán aportar más a sus empresas, la productividad, la economía y estarán mejor preparadas para enfrentar retos como la Transformación Digital o Cuarta Revolución Industrial y serán más atractivas para el mercado laboral.

Por último, cabe señalar que según el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), durante 2020 se capacitaron un total de 730 mil trabajadores. La modalidad vía e-learning creció un 235% respecto al 2019, mientras que la opción a distancia se incrementó un 87,3%.

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