El programa nuclear iraní, bajo escrutinio internacional durante décadas, enfrenta un nuevo capítulo tras los ataques dirigidos a sus instalaciones clave. Te explicamos su historia, controversias y el alcance real de su desarrollo.
(CNN) – Israel lanzó un ataque sin precedentes contra instalaciones nucleares de Irán, según confirmaron fuentes oficiales y medios internacionales. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que el objetivo era “golpear la cabeza del programa de armamento nuclear iraní”, aunque evaluaciones de inteligencia de EE.UU. y otros países señalan que Teherán no busca actualmente construir una bomba.
El programa nuclear iraní comenzó en 1957 con apoyo estadounidense, durante el gobierno del Sha. Tras la Revolución Islámica de 1979, Occidente temió que Irán desviara su tecnología hacia fines militares. Aunque el país insiste en que su programa es pacífico y está amparado por el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), las sospechas persisten debido a su capacidad para enriquecer uranio a niveles cercanos a los bélicos.
El uranio enriquecido es el centro deql debate. Para uso civil, se requiere un enriquecimiento del 3,5% al 5%, pero Irán ha alcanzado el 60%, según informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Aunque técnicamente no es apto para armas (se necesita 90%), expertos advierten que el país podría producir material para una bomba en menos de dos semanas.
En 2015, Irán firmó un acuerdo con seis potencias que limitaba su enriquecimiento a cambio del levantamiento de sanciones. Sin embargo, en 2018, EE.UU. abandonó el pacto bajo el gobierno de Trump, y Teherán respondió acelerando su producción de uranio. Para 2023, el OIEA detectó partículas enriquecidas al 83,7%, y su reserva de uranio al 60% superó los 400 kg, suficiente para nueve bombas si se procesa más.
Las imágenes satelitales mostraron daños en Natanz, el principal centro de enriquecimiento de Irán, donde se desarrollan centrifugadoras avanzadas. Aunque instalaciones como Fordow o Bushehr no sufrieron impactos, la muerte de seis científicos nucleares, reportada por la agencia Tasnim, podría retrasar aún más el programa.
Irán prometió una respuesta “contundente” y amenazó con intensificar sus actividades nucleares. Mientras, la comunidad internacional enfrenta un dilema: ¿está Teherán a punto de cruzar el umbral nuclear o utiliza su programa como moneda de negociación? La respuesta podría redefinir el equilibrio de poder en Medio Oriente.
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