La batalla por el futuro de la IA se ha vuelto extremadamente costosa y muy personal.
(CNN) – El CEO de OpenAI, Sam Altman, se pronunció en contra de su rival Elon Musk un día después de rechazar un acuerdo potencialmente trascendental que podría dar forma al futuro de la inteligencia artificial. Altman le dijo al grupo de inversores liderado por Musk que la matriz de ChatGPT no está a la venta, a pesar de una gran oferta para comprar su empresa.
“Elon intenta todo tipo de cosas durante mucho tiempo. Este es el episodio más reciente de esta semana”, dijo Altman a Bloomberg TV en una entrevista durante la Cumbre de Acción de IA de París el martes. “Creo que probablemente solo está tratando de frenarnos”.
El lunes, Musk anunció que encabeza un grupo de inversores que ha ofrecido comprar OpenAI por US$ 97.400 millones.
La junta directiva de OpenAI tendrá que considerar esta enorme oferta, pero no está claro si la tomará en serio, especialmente si sospecha que Musk podría desviarse de la misión de la empresa.
La oferta de Musk, sin embargo, podría complicar significativamente los planes de reorganización de OpenAI, haciéndolos más costosos y difíciles de ejecutar.
Musk, cofundador de OpenAI que finalmente abandonó la empresa, ha estado en conflicto con Altman desde hace tiempo. Ha presentado una serie de quejas legales contra OpenAI y su liderazgo, acusando a la organización de tergiversarse como una filantropía mientras busca obtener ganancias con sus herramientas de inteligencia artificial.
OpenAI es operada por una organización sin fines de lucro que controla una entidad llamada OpenAI LP, una empresa con fines de lucro dentro de la estructura de la organización. Esta unidad con fines de lucro ha llevado a OpenAI de ser prácticamente irrelevante a alcanzar una valuación de US$ 100.000 millones en solo unos años. Altman es ampliamente reconocido como el cerebro detrás de este plan y clave para el éxito de la compañía.
Musk acusa a OpenAI de romper con su carta fundacional al priorizar las ganancias. Ahora competidor directo, Musk fundó su propia empresa de inteligencia artificial llamada x.AI.
“Me gustaría que compitiera simplemente creando un producto mejor, pero creo que ha recurrido a muchas tácticas”, dijo Altman en la entrevista. “Muchas, muchas demandas, todo tipo de locuras, y ahora esto. Intentaremos simplemente concentrarnos y seguir trabajando”.
Cuando se le preguntó si Musk está abordando su estrategia desde una posición de inseguridad, Altman respondió afirmativamente y menospreció a su rival. “Probablemente toda su vida se ha desarrollado desde una posición de inseguridad. Siento empatía por él”, dijo Altman. “No creo que sea una persona feliz. Realmente lo siento por él”.
Los portavoces de Musk y X no respondieron a una solicitud de comentarios.
Altman agregó que no le preocupa la reciente influencia de Musk en la administración de Donald Trump, aunque admitió que tal vez debería estar más atento. “Tal vez debería, pero no tanto”, dijo. “Intento simplemente despertarme y pensar en cómo vamos a mejorar nuestra tecnología”.
En junio de 2024, Musk presentó una demanda contra OpenAI, pero la retiró después de que la empresa publicara varios correos electrónicos de los primeros días de OpenAI, en los que Musk reconocía la necesidad de generar grandes sumas de dinero para financiar sus ambiciones de inteligencia artificial. Esta publicación contrastaba con las acusaciones de su demanda, que afirmaba que OpenAI buscaba erróneamente obtener ganancias.
En agosto de 2024, Musk presentó una nueva demanda, acusando a OpenAI de competir para desarrollar una poderosa tecnología de “inteligencia general artificial” con el objetivo de “maximizar las ganancias” y, además, de participar en actividades delictivas.
Mientras tanto, OpenAI respondió afirmando que Musk está esencialmente celoso por no estar involucrado en la empresa tras su salida en 2018, después de un intento fallido de adquirirla para Tesla. Altman rechazó la acusación de Musk de que OpenAI está abandonando sus raíces sin fines de lucro.
“No estamos pasando a un modelo con fines de lucro”, explicó Altman. “Quiero decir que no estamos seguros de que vayamos a hacer todo eso. Pero, pase lo que pase, la organización sin fines de lucro seguirá siendo extremadamente importante; impulsará la misión y seguirá existiendo. La junta está analizando muchas opciones sobre cómo estructurar esta próxima fase, pero la organización sin fines de lucro no se irá a ninguna parte”.
Sin embargo, la oferta de Musk podría complicar aún más los planes de OpenAI. Para escindir la unidad con fines de lucro, la organización sin fines de lucro probablemente mantendrá una participación y tendrá que fijar un valor para el acuerdo.
Si el acuerdo de Musk es legítimo, lo que parece probable dado que es la persona más rica del mundo, OpenAI tendría la responsabilidad de demostrar que su propio acuerdo valora mejor a la empresa. En otras palabras, Musk ha fijado el precio mínimo en US$ 97.400 millones.
Pero no es tan sencillo. Dado que OpenAI es una organización sin fines de lucro, no tiene la responsabilidad fiduciaria de maximizar los rendimientos financieros. Además, podría argumentar que aceptar la oferta de Musk violaría la misión de la empresa de priorizar la seguridad.
Sea como sea, ahora la empresa de inteligencia artificial más prominente del mundo enfrenta un camino mucho más complicado.
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