Cuatro días se han cumplido desde el cese al fuego entre Israel y Hamás, permitiendo a los habitantes de los territorios afectados por el bombardeo comenzar, una vez más, su reconstrucción.
No lejos del muro que separa Gaza de Israel un grupo de niños busca algo que rescatar entre los escombros. Imágenes de guerra que varios de reconocen con normalidad, pues es lo único que conocen.
La destrucción que dejaron los ataques y contraataques entre el gobierno israelí y el grupo militante palestino dan cuenta de lo dañino que resulta la reactivación de un conflicto armado de décadas.
En el hospital Auda el cirujano plástico Ghassan Abu Sitta realiza su octava operación del día. La primera vez que viajó a Gaza fue como estudiante de medicina en los ’80, y desde entonces regresa regularmente.
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“Empiezas a toparte con pacientes que resultan heridos en múltiples ataques. Entonces, tengo pacientes que tienen heridas de la guerra del 2014 que también fueron heridos en la gran marcha del retorno o heridos en conflictos previos, y luego en este. Entonces, se convierte en una enfermedad epidémica“, aseguró Abu Sitta.
Mientras algunos buscan levantar nuevamente sus hogares, otros aprovechan de mover los pocos muebles y electrodomésticos que sobrevivieron a la demolición de los edificios.
En la ausencia de algún tipo de solución, los habitantes de Gaza continúan sus labores de reconstrucción, conscientes de lo efímero que puede ser este nuevo cese al fuego.
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