Con información de CNN

El ADN del ejército de Napoleón en 1812 reveló que los soldados no murieron solo por la batalla y el frío

Por CNN Chile

27.10.2025 / 08:25

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A lo largo de la historia, la muerte de cientos de miles de soldados se ha atribuido a una epidemia de tifus, a la batalla, además del hambre y el frío.


(CNN) – Cerca del final de su reinado, el emperador francés Napoleón Bonaparte lideró un ejército de más de medio millón de hombres en una invasión de Rusia en 1812. Seis meses después, cuando el ejército se vio obligado a retirarse, se estima que decenas de miles de sus soldados regresaron a Francia.

Conocida como una de las guerras más costosas de la historia, la muerte de cientos de miles de soldados se ha atribuido a la batalla, así como al hambre, al frío y a una epidemia de tifus que estalló.

Ahora, investigadores han encontrado evidencia en los restos de ADN de los soldados de que pudo haber múltiples enfermedades que devastaron al ejército, incluyendo dos tipos de bacterias no detectadas previamente. El estudio se publicó el viernes en la revista Current Biology.

“Anteriormente, pensábamos que solo una enfermedad infecciosa diezmó al ejército de Napoleón: el tifus”, afirmó el autor principal, Rémi Barbieri, exbecario postdoctoral del Instituto Pasteur de París y actual becario postdoctoral en la Universidad de Tartu, Estonia.

Sin embargo, los investigadores encontraron algo inesperado, lo que abre la puerta al posible descubrimiento de otras enfermedades infecciosas que podrían haber contribuido a la muerte de los soldados.

Los investigadores analizaron dientes de soldados encontrados en una fosa común descubierta en 2001 en Vilna, Lituania. Claudio Centonze/Comisión Europea

Los investigadores analizaron dientes de soldados encontrados en una fosa común descubierta en 2001 en Vilna, Lituania. Claudio Centonze/Comisión Europea

Los investigadores encontraron los patógenos (Salmonella enterica y Borrelia recurrentis, bacterias que causan la fiebre paratifoidea y la fiebre recurrente, respectivamente) al analizar los dientes de los soldados caídos que fueron encontrados en una fosa común descubierta en 2001 en Vilnius, Lituania.

Los nuevos hallazgos no solo brindan una imagen más clara de un evento histórico significativo, sino que resaltan cómo la tecnología ha avanzado y abierto la puerta a la comprensión de las circunstancias históricas, dicen los investigadores.

Crisol de enfermedades

Cuando Napoleón y sus tropas llegaron a Moscú, no se encontraron con soldados rusos. En cambio, la ciudad quedó abandonada, con cultivos quemados y sin suministros disponibles, como alimentos seguros o ropa limpia. Con la llegada de los duros meses de invierno, el ejército francés se vio obligado a retirarse, no sin afrontar muchas dificultades.

Rickettsia prowazekii, la bacteria responsable del tifus, se detectó por primera vez en los dientes de los soldados de Napoleón durante un estudio de 2006, pero la investigación se vio limitada por la tecnología de aquel entonces.

Para determinar si el tifus era la única causa de la muerte de los soldados, los autores del nuevo estudio emplearon un método conocido como secuenciación de alto rendimiento, que puede secuenciar millones de fragmentos de ADN a la vez. Esto permite identificar ADN altamente degradado, como los fragmentos genómicos extraídos de muestras con más de 200 años de antigüedad.

“Esto es algo que solo se puede lograr con estas máquinas, que son muy potentes para secuenciar grandes cantidades de ADN”, afirmó Nicolás Rascovan, coautor del estudio, supervisor de la investigación y jefe de la Unidad de Paleogenómica Microbiana del Instituto Pasteur. “Este tipo de análisis, este tipo de proyectos, puede ofrecer una visión mucho más clara del panorama de las enfermedades infecciosas en el pasado… y cómo (los acontecimientos históricos) también han moldeado el panorama de las enfermedades infecciosas en la actualidad”.

Los autores del estudio analizaron 13 muestras y no encontraron rastros de tifus, pero su trabajo no desacredita los hallazgos del estudio de 2006, señalaron los investigadores. La muestra del estudio también es demasiado pequeña para conocer el impacto exacto de las enfermedades en el ejército de Napoleón.

“Lo que cambia nuestro estudio es que ahora tenemos evidencia directa de la presencia de varias enfermedades infecciosas diferentes en este sitio“, afirmó Rascovan. Es probable que hubiera más enfermedades implicadas que aún no se han detectado, añadió.

La fosa común de Vilna en proceso de excavación en 2002. Michel Signoli/UMR 6578/Universidad Aix-Marsella/CNRS/EFS

La fosa común de Vilna en proceso de excavación en 2002. Michel Signoli/UMR 6578/Universidad Aix-Marsella/CNRS/EFS

Cecil Lewis, investigador de ADN antiguo que estudia el microbioma humano, afirmó que los resultados no fueron particularmente sorprendentes, pero los calificó como una contribución significativa a nuestra comprensión de la desaparición del ejército de Napoleón. Lewis, vicepresidente académico de la Escuela de Ciencias y Matemáticas de Oklahoma, no participó en el estudio.

“Nos encontramos en un período en el que los estudios de ADN antiguo pueden aportar más matices a la comprensión de estos eventos históricos, lo cual es emocionante”, declaró Lewis en un correo electrónico.

“Estudiar patógenos históricos y antiguos, y su lugar en la historia, ofrece una visión de las trayectorias evolutivas que han seguido los organismos, algunos ya extintos, mientras que otros forman la base de los patógenos actuales. Estos datos nos ayudan a comprender mejor las posibilidades de cómo los patógenos pueden impactar la vida, evolucionar y persistir, lo cual es crucial para anticipar y gestionar amenazas futuras”.

La fiebre paratifoidea y la fiebre recurrente aún persisten hoy en día, pero no son tan comunes ni tan mortales. Napoleón sobrevivió a la retirada, pero la disminución de su ejército contribuyó a su caída del poder unos años después.

“Algo impresionante es cómo, en tan poco tiempo, desde 2006 con el primer estudio hasta hoy, las tecnologías se han desarrollado tanto que podemos hacer cosas que eran imposibles de concebir hace unos años y ahora son posibles”, comentó Rascovan. “Así que me entusiasma pensar en el futuro en términos de desarrollos tecnológicos”.