El panelista de Tolerancia Cero, analiza la difícil situación que enfrenta Evelyn Matthei en su campaña presidencial, marcada por una caída en las encuestas y señales de improvisación.
Evelyn Matthei enfrenta a su hora más difícil, pues por ahora las encuestas la dejan lejos, a veces muy lejos, de una eventual segunda vuelta.
Es una noticia dura, muy dura para quien lideró todos los sondeos durante largos meses.
Para peor, su campaña mostraba preocupantes señales de improvisación y de falta de diseño claro, hasta el punto de que ya hay algunos personeros y parlamentarios que han anunciado una eventual descuelgue hacia Kats, tal como ocurrió hace 4 años.
Si las campañas se juegan siempre en respuestas simples a preguntas complicadas, debe decirse que Evelyn Matthei todavía no logra responder claramente una pregunta elemental de todo candidato: ¿Para qué quiere usted gobernar?
Más allá de los números, este es el gran forado de su postulación y sus mejores esfuerzos, a mi juicio, deberían estar dirigidos a responder ese interrogante.
El problema central es de identidad y de hecho no afecta solo la candidata, sino al conjunto de Chile Vamos.
¿Cuál es el proyecto político que esa coalición le propone a Chile?
Mientras no haya un esfuerzo por responder esta pregunta, las encuestas seguirán produciendo nerviosismo, mucho nerviosismo, precisamente porque no parece haber otro norte fuera de ellas.
Si usted tiene un proyecto y baja en las encuestas o incluso eventualmente pierde, pues bien, no pasa nada, porque su horizonte es más largo.
Este es el gran problema que enfrentan Evelyn Matthei y Chile vamos, el cortoplacismo o peor todavía, el presantismo.
Mientras no lo resuelvan, pues bien, seguirán viviendo un martirio domingo a domingo.
Merco -monitor de reputación empresarial de referencia en Iberoamérica- elaboró su ranking para Chile sobre la base de 61 mil encuestas a diferentes grupos de interés a nivel nacional y un análisis de 200 indicadores de gestión de las diversas compañías.
