En las últimas semanas se ha evidenciado un considerable rechazo a las licencias médicas con causal de salud mental, que ha vuelto a poner en debate la importancia que se le da a esta problemática en los trabajos y sistemas de salud públicos.
Solo 2019 y 2020, solo la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin), registró un nivel de rechazo del 16%.
Sobre esto habló el director del Centro del Ánimo y la Ansiedad, Raúl Sánchez, quien en conversación con CNN Chile apeló al hecho de que se trata de una de las principales dolencias que afectan a las personas del país.
“Chile posee un porcentaje, lamentablemente, de patologías de salud mental elevado. Elevado por sobre el de otros países, por ejemplo, de la OCDE. Por lo tanto no es extraño que cerca de un 28% de las licencias emitidas en Chile sea por razones de salud mental”, aseguró.
El especialista planteó que la salud mental aún sufre estigmas sociales negativos en nuestro país: “Hay una sensación entre las personas de que las patologías de salud mental se esconden, o solo cuando ya son extremadamente graves se pueden comunicar“.
Otro punto que detalló fue en torno a que estas dolencias no cuentan con diagnósticos específicos “que puedan permitir mostrarlos plenamente a otros actores, como son las Isapres o Fonasa“.
“No hay radiografías, no hay exámenes de laboratorio que puedan dar cuenta de que la persona está genuinamente, por ejemplo, con trastornos de pánico, con una depresión mayor, con un trastorno bipolar, etc”, detalló.
“Como un dato bien duro de los estudios a nivel mundial, se sabe que hay patologías como el trastorno bipolar que tiene más o menos un retardo de diagnóstico de 8 años”, dijo, agregando que está la dificultad, de que “la resistencia de los pacientes a consultar y aceptar un tratamiento psiquiátrico”.
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