“Este es el momento de pensar la historia”: El análisis de Alfredo Joignant tras polémicos dichos de Matthei sobre muertes tras golpe de Estado
Por CNN Chile
21.04.2025 / 23:40
El panelista de Tolerancia Cero analizó los polémicos dichos de la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, respecto a las muertes tras el golpe de Estado e inicio de la dictadura, a las que calificó como "inevitables". "Esta forma de pensar un acontecimiento histórico guarda una semejanza con el modo en que se piensa el mundo natural alterado por alguna discontinuidad", reflexionó.
¿Fue inevitable el golpe de Estado? Esta pregunta ya había sido formulada en 2018 por el sociólogo Mauro Basaure en un libro colectivo. Fue esta misma pregunta la que se encontraba presente en el libro de Daniel Mansuy publicado en 2023. En ambos casos, la pregunta es extraordinariamente importante.
Pero la pregunta es también inquietante, ya que la candidata de centroderecha Evelyn Matthei sumó a la pregunta por la inevitabilidad del golpe la afirmación, cruel y sin sentido, que en el perímetro de algunos años también fueron inevitables los muertos: «probablemente al principio, en 1973 y 1974, era bien inevitable que hubiese muertos, porque estábamos en una guerra civil”, rematando con un chocante: “pero ya en 1978, en 1982, cuando siguen ocurriendo (las muertes), ahí ya no”.
No es una casualidad si la idea de lo inevitable suele estar referida, en ciencias históricas, a una catástrofe. Es precisamente porque estuvimos en presencia de lo inimaginable del golpe de 1973, que se hace posible narrarlo como un conjunto de hechos al estado bruto, fuera de todo control humano, los que terminaron por configurar una catástrofe que exime de responsabilidad sobre crímenes.
Es en cuanto catástrofe, entonces, que es posible adherir a la creencia del carácter inevitable del golpe de Estado y sus muertes.
Esta forma de pensar un acontecimiento histórico guarda una semejanza con el modo en que se piensa el mundo natural alterado por alguna discontinuidad (un terremoto o la caída de un meteorito). ¿Cómo no ver que pensar de esta forma permite escapar de la experiencia de la culpabilidad? ¿Cómo no percatarse que la retórica de lo inevitable permite reprimir el recuerdo de paz y felicidad que embargó a muchos chilenos, a partir de 1973, al leer por los diarios las falsas noticias sobre enfrentamientos imaginarios?
¿Cómo no recordar que es en nombre de la muerte “inevitable” de tantas y tantos que se pudo celebrar con champaña y carnaval la liberación de Chile entre 1974 y 1977? Este es el momento de pensar la historia y la agencia humana como contingencia, y no como un cómodo determinismo.