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Con más del 52% de los votos, el conservador Guillermo Lasso se convirtió en el ganador de la elección presidencial del domingo en Ecuador. Su contrincante, el economista de izquierda Andrés Arauz, obtuvo 47% de los sufragios, de acuerdo a los datos publicados por el Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE).

Tras conocer su victoria, Lasso manifestó que “es un día de celebración, la democracia ha triunfado, los ecuatorianos han usado su derecho a elegir y han optado por un nuevo rumbo muy diferente al de los últimos 14 años“.

Sofía Cordero, politóloga y docente del Altos Estudios Nacionales, comentó en Conexión Global que entre los diversos análisis hechos tras el triunfo del conservador, “hay una izquierda que se desvincula del correismo y del progresismo latinoamericano, y es muy crítica porque es aquella izquierda que durante los diez años de correismo fue hostigada”.

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De esta manera, fue una nueva izquierda la que se articuló para estas elecciones, principalmente entre ecologistas, indigenistas y movimientos de equidad de género.

Fue esa misma segregación dentro de la izquierda que facilitó el triunfo de Lasso en su tercer intento por llegar a la presidencia. Según Cordero, al banquero “se le puede ubicar en la centro derecha”.

Abrió sus posturas hacia el diálogo y tendió puentes. Llegó a decir que sus creencias religiosas (católico) él no las va a imponer, que sus concepciones sobre el aborto él no las va a imponer y que está dispuesto llevar a consulta el tema de la legalización del aborto”, aseguró la politóloga desde Quito.

El factor económico

La preocupación sobre las alternativas que presentaban los candidatos en relación al sistema económico habrían sido decidoras. Mientras Andrés Araúz, continuador del correismo, proponía gastarse el encaje bancario y las reservas que dejó su antecesor, Guillermo Lasso apostó por aumentar la participación de privados el empujar la producción de beneficios sociales.

“Es otro modelo, se le quita del centro al Estado como proveedor y se piensa en el sector privado como el generador, el motor económico”, indicó la académica.

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