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El terremoto de magnitud 7.5 en Japón habría provocado una ruptura en la Tierra de 90 kilómetros aproximadamente.

¿Qué pasó?

A las 16:10 horas de este lunes (hora local), un movimiento telúrico se registró al casi 42 kilómetros al noreste de Anamizu. El fenómeno provocó que las autoridades emitieran una alerta de tsunami para las costas occidentales del país asiático.

Además, se registraron edificios dañados, al menos cinco carreteras cortadas y miles de hogares de la Prefectura de Ishikawa sin energía eléctrica.

El movimiento causó gran conmoción en la ciudadanía, debido a su profundidad: solo a 10 kilómetros de la superficie.

La ruptura de un terremoto 7.5

Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional (CSN), explicó en entrevista con Noticias Express de CNN Chile, lo que la población percibe en un terremoto son las ondas sísmicas del impacto, las cuales se generan al momento de una ruptura al interior de la Tierra.

Es decir, cuando hay una falla activa, existe una ruptura y esta es la que genera estas ondas sísmicas que se propagan en todas direcciones.

Es así como, “si uno está muy cerca de la zona epicentral, entonces esas ondas sísmicas se van a sentir más fuerte que si uno está alejado a 10, 15, 40 o 100 kilómetros. Las ondas tienden a atenuarse y, entonces, ya a 1.000 se sienten muy poco o no se sienten”, indicó Barrientos.

Respecto a la ruptura que se habría generado con este terremoto, el especialista indicó que habitualmente la falla de un movimiento de magnitud 7.5 “corresponde a una longitud de falla del orden de poco menos de 90 kilómetros, por unos 25 kilómetros o 30 kilómetros de ancho, en el cual hay un desplazamiento medio del orden de unos 2 metros”.

“Eso es aproximadamente un terremoto de magnitud 7.5, de tal manera que en esos casi 100 kilómetros de longitud, las ondas, particularmente cuando la ruptura es muy superficial, no recorren suficiente distancia para atenuarse y uno las siente lo más fuerte. Es tal como si uno estuviera en la zona de falla misma”, sentenció.

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