“Puedes ganar cada una de las batallas y, aún así, perder la guerra“. La frase fue recordada por el escritor Yuval Harari a raíz de la invasión rusa de Crimea. Harari sostiene que Vladimir Putin ya fue derrotado, porque una cosa es conquistar una nación, y otra es mantenerla dominada.
Ese país que Putin dijo una y otra vez que no existía,Ucrania; esos ciudadanos que, sostenía, añoraban ser parte de Rusia, se han defendido con fiereza y echado por tierra cada una de sus tesis. Es cierto: Con cada golpe, Putin ha aumentado las ganas de los ucranianos de resistir y mientras más fuerte se hace el sentimiento, más difícil será su avance.
En medio de la geopolítica las cifras son aterradoras: 874 mil refugiados desde Ucrania, siete mil detenidos en Rusia por protestar contra la guerra, donde no solo la oposición reclama, también los tradicionales aliados del ex agente de la KGB, los oligarcas rusos. Seguro molestos porque las sanciones de Occidente les tocan sus bolsillos, por primera vez ellos alzan la voz para llevarle la contra.
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¿Pero qué tan importante es esta fisura que se insinúa? En esta guerra se pierden cientos de vidas, pierde Ucrania, pierde la economía mundial y aunque algunos se alegren de que la democracia podría adquirir más valoración como sistema y que la Unión Europea se ha unido como nunca antes, no debe dejarse de lado un hecho que podría ser una derrota para todo el mundo, o que la proliferación nuclear sea el camino en el que se reafirmen los que ya poseen estas armas y, sobre todo, algunos como Corea del Norte e Irán, o en el que más países analicen entrar.
Porque mientras el sistema internacional no sea más efectivo y más democrático, mientras las grandes potencias de uno y otro signo ideológico puedan recurrir al derecho internacional, a la paz, la integridad territorial, el no uso unilateral de la fuerza cuando les conviene y olvidarse de todos y cada uno de estos principios cuando les place, el mundo seguirá siendo seguro solo para los más fuertes. Ahí, apretar un botón nuclear, siempre te puede dar ese título.
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