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La aprobación de la compra de 22 automóviles por parte de la Corte Suprema ha generado diversas reacciones. Desde su monto hasta los mecanismos para llevar a cabo la operación.

Como antecedente, el Lexus ES300 es considerado como un auto de lujo cuyo precio bordea casi 57 millones de pesos, según su sitio web.

“No hay ningún problema con el Lexus; de hecho, lo encuentro un auto espectacular. Tampoco tengo problemas con su precio y que alguien pueda comprarlo, pero siempre y cuando sea con su propio dinero. ¿Por qué se los digo? Porque realmente, ¿un juez de la Suprema necesita un auto de esta gama para ir a trabajar? ¿Es tan tanto lo que recorre por el país y por la ciudad?”, planteó Nicolás Paut, conductor de Agenda Económica.

Asimismo, remarcó la importancia de justificar los gastos de los recursos públicos.

“Hago una comparación: el presidente Gabriel Boric utiliza una caravana con un Chevrolet Tahoe, que tiene un valor aproximado de $60 millones. Sin embargo, hay diferencias, ya que el mandatario debe trasladarse de un lugar a otro varias veces al día, y dentro del automóvil se realizan numerosas reuniones porque el jefe de Estado tiene que ir resolviendo muchos temas”, complementó.

En ese sentido, agregó como antecedente que en el 2020, el Poder Judicial realizó una petición similar y el Gobierno de ese entonces no autorizó avanzar más allá.

“¿Qué pasó ahora? ¿Se les dijo que sí? ¿Simplemente se aprobó sin ver ese detalle?“, sostuvo, y concluyó:“Esta polémica ya empezó”.

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