El contagio de coronavirus del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pone a México en una situación de incertidumbre. Aunque no se ha informado sobre mayores complicaciones, el mandatario tiene antecedentes médicos que podrían traerle problemas.
AMLO tiene hipertensión y en 2013 sufrió un infarto agudo al miocardio.
El analista internacional Raúl Sohr explicó en Última Mirada que en México la figura del presidente es central: “representa una gran interrogante para el futuro de México porque la Constitución establece que sería la secretaria de gobernación (lo que en Chile es el ministro del Interior) la que asumiría el interinato en el caso de que él se viese imposibilitado de gobernar”.
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Sohr recordó que desde los primeros casos de coronavirus en su país, AMLO “ha tenido una actitud similar a otros gobernantes latinoamericanos que no han tomado muy en serio el COVID-19 y por lo tanto no usaba mascarilla”.
Ahora, su contagio “es un revés muy serio. México enfrenta una situación económica muy delicada, ha sido afectado por varios flancos: su producción petrolera ya no es la que era, el precio del petróleo no es particularmente bueno y también han bajado las remesas, el ingreso externo más grande de México”.
“México enfila hacia una situación de cierta incertidumbre en un momento que para todos los países es complicado, pero quizás México enfrente situaciones más complejas que otros”, precisó el analista.
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