Por Mónica Rincón
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Entre las personas en situación de discapacidad hay una frase: “nada sobre nosotros sin nosotros“. Tenemos mucho que aprender de esa frase y de ese mundo invisible aún.

Ya no es la cocina, sino la plaza. Esa es la figura con la que los chilenos le piden a sus dirigentes, a toda la élite y también a los medios de comunicación, que guíe su actuar.

Y una plaza que debe ser sinónimo de visibilidad y de participación. De ver a todos, no sólo a los que se parecen al que decide en una esfera u otra. No sólo al que piensa como uno. Donde se mira a los ojos.

Escuchar y ver, dos sentidos desgastados en una democracia en que la participación que hasta hace tres semanas se ejercitaba poco, casi siempre en las urnas y de manera voluntaria.

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Un ejemplo es la Constitución. Por un lado están quienes sostienen que esto no es prioridad y otros que dan por hecho la asamblea constituyente. ¿Y si le preguntamos a los ciudadanos? ¿Y si nos tomamos en serio llegar juntos a un resultado?

Pensar que en la Constitución se agota todo me parece un error. Creo que esto también se trata de hacer Política con mayúsculas y de construir políticas públicas no para, sino con las personas.

También de terminar una cultura de abusos. Porque no es tolerable ni la colusión de las farmacias, de los pollos o del confort. Porque no hay pequeño empresario que resista que le paguen en plazos y condiciones que uno más grande determina. Porque no hay Nuevo Pacto Social si el que roba un CD termina quemado en la cárcel de San Miguel y el de cuello y corbata con clases de ética.

Esta crisis debe ser la oportunidad de un nuevo pacto, donde todos tengamos un lugar. Y donde entendamos que llegar a acuerdos puede ser un acto de valentía, si esos acuerdos son transformadores.

Un nuevo pacto requiere de justicia de parte de quienes tenemos más. Y de confianza lúcida de los que tienen menos, algo que pueden sentir como una exigencia demasiado grande cuando (a pesar de avances) llevan demasiado tiempo esperando. Pedirles que confíen, pero sólo si estamos de veras dispuestos a hacer cambios de verdad.

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