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Este lunes la encuesta Cadem difundió que más chilenos se consideran de clase media-baja respecto del año 2019, previo al estallido social. El sondeo llamado “El Chile que viene“, entrega datos reveladores de cómo los chilenos perciben su situación económica.

Durante la primera encuesta, aplicada en agosto de 2019, la cifra de personas que se perciben como clase media-baja marcaba 32%. Ahora, la cifra ascendió a 40%. En cuanto a lo que algunas personas llaman clase media-media, la cifra varió de un 43% en 2019 a un 36% en 2022.

Existe más de una manera de definir a la clase media, en la práctica, se identifica en función de los estratos socioeconómicos que se usan en estudios de mercado: entre los grupos A, AB, C1, C2, C3, D y E, es el grupo “C” el que corresponde a las clases medias. No obstante, en el estudio de Cadem las personas se refirieron a la clase media-baja como “vivir con lo justo“, “pasar limitaciones económicas” y también estar propensos a una “inestabilidad laboral“.

Un 38% de los encuestados consideró más importante el riesgo a perder su empleo que otros temas como la delincuencia. Los analistas han señalado que esta sensación de que la situación económica se ha visto perjudicada, responde a que las personas están teniendo menos ingresos en comparación al año pasado, no solo porque la inflación se lleva parte de los sueldos de las familias, sino también porque en dicho momento había ingresos extra provenientes de los retiros de fondos y también de las ayudas estatales.

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Una gran parte de la población que se define como clase media es parte de lo que analistas llaman “clase media-emergente” o “clase media-vulnerable“, refiriéndose a personas o familias que ante eventualidades como, por ejemplo, perder su empleo o enfrentarse a una enfermedad, pasan a la pobreza. Ante dicho escenario, gran parte de esta población acude al endeudamiento.

De hecho, el 48% de quienes se perciben como clase media-baja están extremadamente endeudados. A ellos, lo que más les está costando pagar son los alimentos, especialmente tras la subida de precios debido a la inflación.

CNN Chile conversó sobre la encuesta con el economista y académico UDD Guillermo Acuña, quien señaló que “las personas son afectadas por sesgos, como el de disponibilidad, que es pasarse a la información más reciente para evaluar su situación financiera o económica en general, como la inflación o la falta de oportunidades del mercado laboral”. También, continuó, está el sesgo de sobre inferencia, que a partir de ciertas situaciones puntuales las personas generalizan un resultado, como cuando ellos o alguien conocido pierde el empleo, suelen asociarlo a un desempleo generalizado en el país”.

Una de las preguntas de la encuesta Cadem que asoció la percepción con el estrato socioeconómico, arrojó que un 34% de las personas que se ubican en la clase media-baja manifestó ser “algo feliz“, sin embargo, en la clase baja, el 55% de las personas dijo ser “nada o poco feliz“. En cambio, en la clase alta, 7 de cada 10 personas aseguraron ser “muy felices“.

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