14.237 espectadores llegaron al Calvo y Bascuñán para presenciar lo que pudo ser un evento histórico: Deportes Antofagasta buscaba su primer triunfo en un torneo continental en sus 53 años de historia.
Fluminense, que llegó al norte a jugar todas sus cartas para romper el 0-0 en el global tras el excelente empate obtenido por el conjunto puma en Río de Janeiro, fue el gran escollo para romper las ilusiones de los nortinos en la primera ronda de Copa Sudamericana.
Recién en 17 minutos, Everaldo puso en ventaja a la escuadra brasileña con un remate cruzado luego de una rápida combinación de pases que nace tras recuperar en mitad de cancha.
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El empate llegó 8 minutos más tarde por obra de Jason Flores, tras un excelente pivoteo en el área de Tobías Figueroa, habilitación perfecta.
El desequilibrio llegó en la segunda parte: Luciano, quien había pateado mal un penal que terminó en las manos de Hurtado, le dio la tranquilidad al Flu en el minuto 68 arremetiendo por el centro del área para definir un centro atrás tras un desborde por izquierda.
No hubo caso. El buen toque del conjunto visitante hizo imposible una remontada de los dirigidos por Gerardo Ameli, despidiéndose tempranamente de la instancia continental.
La hinchada aplaudió el esfuerzo, pero el llanto de Flores y el abrazo con Eduard Bello fue la postal que reflejó de mejor manera la desilusión para los del norte.
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