“La bandera chilena no merecía ser maltratada ni que le faltáramos el respeto”: Stewart Copeland, miembro histórico de The Police, se disculpa por “la estupidez” que hizo la banda en Viña 1982

Por CNN Chile

30.11.2025 / 16:41

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En la previa de presentar "Police Deranged for Orchestra" en el Teatro Municipal de Santiago, el exbaterista de The Police recuerda la conflictiva conferencia de prensa que antecedió el paso de la banda por la Quinta Vergara en 1982. “Me disculpo, 40 años después, por esa estupidez que hicimos en Viña”, admite hoy.


A días de debutar en el Teatro Municipal de Santiago con su espectáculo sinfónico Police Deranged for Orchestra, el histórico baterista de The Police, Stewart Copeland, volvió a mirar hacia atrás y habló sin rodeos de la polémica visita del grupo al Festival de Viña del Mar en 1982.

El regreso del artista, en tanto, se concretará el 15 de diciembre, con un único concierto donde reinterpretará clásicos de The Police junto a una orquesta de más de 20 músicos y tres cantantes.

¿Què dijo Stewart Copeland sobre el polémico paso de The Police por Chile en 1982?

En conversación con Culto, de La Tercera, el músico repasó los episodios que marcaron esa visita y ofreció una disculpa explícita al público chileno.

Sobre su primera llegada al país, en plena dictadura, Copeland admite que la banda llegó con una actitud punk que no calibró el contexto local. “Lo recuerdo todo muy vívidamente”, afirma.

Explicó que, dado el tenso clima político, estaban siendo vigilados “todo el tiempo”, para que la banda se asegurase de “no hacer nada que amenazara a la junta de gobierno, y cometimos algunos errores”.

Uno de esos momentos ocurrió apenas bajaron del avión. En la conferencia de prensa en el aeropuerto, relata, encontraron tres banderas sobre la mesa: “La estadounidense, la británica y la chilena”.

En una conferencia de prensa, el día después de su llegada, Sting golpeó el símbolo británico instalado en la mesa y lanzó la frase: “Esa cosa no nos representa, nuestra bandera es la música”.

En esa misma instancia, Copeland tomó el micrófono y buscó bajar la tensión: “Discúlpennos, por favor, pero nosotros no queremos ofender a nadie. Tenemos una mentalidad muy diferente a la de ustedes y en ningún momento hemos querido insultar al pueblo chileno”, declaró entonces ante los medios.

“La bandera chilena no merecía ser maltratada (…) Me disculpo, 40 años después, por esa estupidez que hicimos en Viña

Cuatro décadas después, el baterista vuelve a hablar sobre ese episodio, pero con una mirada mucho más crítica. Por ese entonces, segùn recuerda, actuaron sin pensar.

“Con nuestra actitud punk rock, las destrozamos todas”, dice, en referencia a las banderas.

“No nos interesaba eso, lo que estaba bien para la bandera estadounidense y la inglesa, pero no para la chilena, que no merecía ser maltratada ni que le faltáramos el respeto. Ese fue nuestro error, y me disculpo 40 años después por esa estupidez que hicimos en Viña, pero eso molestó a la gente, y ahora entiendo por qué”.

Copeland también admite que hubo otros pasos en falso que ayudaron a tensar aún más el ambiente.

Afirma que, antes de su presentación en la Quinta Vergara, hubo una cantante chilena que estaba resfriada y que eso derivó en un requisito de higiene por parte de Sting que fue mal recibida en camarines.

“Esta petición de que se desinfectara el micrófono o se usara uno diferente, se convirtió en un insulto gigantesco para la niña mimada de la música pop chilena, y la gente se molestó por eso. Una vez más, fue nuestro error”.

También reconstruye lo que veía desde su puesto, frente a la batería, desde el escenario.

“Durante el concierto, pudimos ver que en las primeras filas estaban todos los ricos y poderosos de la sociedad chilena, y Sting miró por encima de sus cabezas y les dijo a los de atrás: ‘Pasen, pasen, pasen’. A los de adelante no les gustó eso, así que, una vez más, cometimos otro paso en falso. Pero fue un gran concierto. Cuando volvimos muchos años después, nos dimos cuenta de que era un país distinto”.

La visita de 1982 terminó marcada por esas fricciones y por la percepción de frialdad del grupo hacia la prensa chilena.

Dicho año, The Police recibió el “Premio Limón” de la edición, debido a su trato distante y “despectivo” durante el festival, según artículos que han revisitado los registros de prensa de la época,