Durante este lunes, diversos medios británicos reportaron que Mark Hollis, cantante y compositor de la recordada banda de los 80, Talk Talk, murió a la edad de 64 años.

“Estoy muy sorprendido y entristecido al escuchar la noticia del fallecimiento de Mark Hollis. Musicalmente fue un genio y fue un honor y un privilegio haber estado en una banda con él“, comentó a través de Facebok el ex bajista de Talk Talk, Paul Webb.

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Hasta el momento se desconoce la causa de su fallecimiento, y no es de extrañar que esto tarde un poco de tiempo, debido a que el propio músico decidió alejarse de las luces y pasar al anonimato en un barrio al sur de Londres, para dedicarse a vivir con su familia.

Sin embargo, la voz de Hollis sigue siendo una de las más reconocibles del pop inglés gracias a un hit infaltable de los ’80: “It’s My Life”.

Junto al baterista Lee Harris, el teclista Simon Brenner y el bajista Paul Webb, este músico inglés Hollis formó Talk Talk en 1981, una banda que se dio a conocer con un sonido muy cercano al de otras famosas agrupaciones de la época como Duran Duran y The Human League, aunque con ciertos riesgos que alcanzaron una notoria evolución en sólo 2 años, desde su debut The Party’s Over al álbum It’s My Life.

La identidad del grupo se hizo patente en los videoclips, mucho más abstractos y con ideas que no fueron bien recibidas por su sello discográfico.

Como ejemplo claro de esto, Talk Talk aceptó a regañadientes hacer dos videos de su mayor éxito para cada mercado: una versión para la televisión inglesa donde se muestra el mundo animal y a Hollis mirando a la cámara sin mencionar ninguna estrofa; y un segundo clip para la MTV de Estados Unidos, en el que el líder aparece en primer plano cantando, aunque escapando constantemente del lente.

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En 1986, Talk Talk fue más allá con su disco más aclamado: The Colour of Spring, en el que se alejan de los sintetizadores y apuestan por canciones más largas y complejas. El tour promocional de este álbum sería el último que haría el grupo en su breve historia.

De esta forma, sin giras, ni videos potencialmente comerciales, se vieron enfrentados directamente a su sello discográfico EMI. En paralelo, la banda se encerró por casi un año en una iglesia abandonada para dar forma al trabajo que los alejó para siempre de las radios populares: Spirit of Eden (1988), material de claras influencias jazz y soul, con algunos elementos del post-rock.

Poco después, Talk Talk puso fin a su historia con otro LP similar llamado Laighing Stock (1991), el cual tuvieron editaron con el prestigioso sello especializado en jazz, Verve Records.

A pesar del alejamiento de los medios masivos, el segunda etapa de Talk Talk ha sido ampliamente reconocida por los medios especializados durante los siguientes años, llegado a destacar varios de sus trabajos dentro de los mejores de la década, especialmente por haber sido una de las bandas que revolucionó más rápido en la década de los 80.

A la vez, el mundo sólo supo de Mark Hollis cuando éste decidió editar su primer y único disco como solista, un álbum homónimo editado en 1998, material con un sonido similar a los últimos dos trabajos de su vieja banda y que dio muestra nuevamente de la creatividad de un músico que ha servido de inspiración para reconocidas bandas del pop y rock mundial como Radiohead, Portihead y Mogwai.

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