La decisión de permitir que Israel permanezca en la competencia llevó a algunos países a anunciar boicots.
(CNN) – España, Irlanda, Eslovenia y los Países Bajos anunciaron este jueves que se retiran del Festival de la Canción de Eurovisión del próximo año debido a que los organizadores decidieron que Israel podrá competir.
Los organizadores del espectáculo de música pop, que atrae a millones de espectadores de todo el mundo, se reunieron este jueves por la mañana para debatir la participación de Israel, en medio de peticiones para que el país sea excluido debido a la guerra en Gaza y amenazas de boicot por parte de algunos miembros.
Los miembros de la Unión Europea de Radiodifusión (UER, por sus siglas en inglés), principal organizador del evento, decidieron no celebrar una votación sobre la participación de Israel, pero señalaron que deben introducirse “cambios específicos” para mejorar la neutralidad.
La reunión se celebró en la sede de la UER en Ginebra, donde funciona un grupo de radiodifusoras públicas de 56 países, para considerar las nuevas reglas anunciadas el mes pasado que buscan limitar la influencia desproporcionada de Gobiernos y terceros en la votación.
En las conversaciones, los miembros de la UER “respaldaron un conjunto de cambios específicos en las reglas del Festival de la Canción de Eurovisión diseñados para reforzar la confianza, la transparencia y la neutralidad del evento”, señaló un comunicado de la unión.
“Esta votación significa que todos los miembros de la UER que deseen participar en el Festival de la Canción de Eurovisión 2026 y acepten cumplir con las nuevas reglas son elegibles para participar”, añadió.
Varias naciones han expresado su preocupación por la participación de Israel en la competencia debido a la guerra que lleva adelante en Gaza, desencadenada tras el mortal ataque transfronterizo de Hamas el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel. El conflicto ha dejado más de 70.000 muertos, según el Ministerio de Salud palestino controlado por Hamas.
Se informa que la radiodifusora pública israelí KAN ha continuado con sus preparativos para la competencia de 2026 y se esperaba que presentara su postura sobre una posible descalificación en la reunión del jueves, informó Reuters.
Si los miembros no hubieran acordado los nuevos cambios, podría haberse celebrado una votación sobre la participación de Israel, dijo la UER. Si se hubiera celebrado una votación, se habría requerido una mayoría absoluta para que se aprobara la exclusión israelí.
“Una gran mayoría de los miembros acordó que no era necesario realizar una nueva votación sobre la participación y que el Festival de la Canción de Eurovisión 2026 debería continuar según lo planeado, con las salvaguardias adicionales implementadas”, dijo el comunicado de la UER.
El mes pasado, el director de la competencia, Martin Green, dijo que “la neutralidad y la integridad del Festival de la Canción de Eurovisión es de suma importancia para la UER, sus miembros y todas nuestras audiencias. Es esencial que la equidad del concurso siempre esté protegida”.
Agregó que estaban tomando “medidas claras y decisivas para garantizar que el concurso siga siendo una celebración de la música y la unidad”.
La decisión provoca el boicot de algunos países
La decisión de permitir que Israel permanezca en la competencia llevó a algunos países a anunciar boicots, entre ellos, la radiodifusora pública española RTVE anunció la “retirada” de España del concurso tras la decisión de la UER. España es uno de los llamados “Big Five”, que hacen las mayores contribuciones financieras al concurso.
La radiodifusora nacional irlandesa RTÉ confirmó en un comunicado que “no participará ni retransmitirá” el concurso. La radiodifusora holandesa Avrotros dijo que su decisión de no participar siguió a “un proceso cuidadoso en el que se recabó información de una amplia gama de partes interesadas”.
“Avrotros concluye que la participación en las circunstancias actuales es incompatible con los valores públicos que nos son esenciales”, señaló.
El Festival de la Canción de Eurovisión, que comenzó en 1956, es un festival famoso por su excentricidad en el que artistas de decenas de países compiten por la corona musical anual. El año pasado, el concurso fue visto por 166 millones de personas, 3 millones más que el año anterior, según la UER.
Aunque han intentado poner la música por delante de la política, pero manifestantes propalestinos han protestado en los dos últimos concursos en Suiza y Suecia.
Esta no es la primera vez que los acontecimientos mundiales se convierten en un tema divisivo en la competencia. La UER expulsó a Rusia de la participación tras su invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
“Israel pertenece al Festival de la Canción de Eurovisión”, dijo anteriormente a Reuters el ministro de Estado de Cultura alemán, Wolfram Weimer. “No debe haber un Eurovisión sin Israel”.
“El Festival de Eurovisión se está convirtiendo en un evento un poco fracturado”, dijo Paul Jordan, un experto en Eurovisión conocido como Dr. Eurovision, a Associated Press. “El eslogan es ‘Unidos por la música’”, añadió. “Desafortunadamente, está dividido por la política”.
La semana pasada, la ministra de Asuntos Exteriores de Austria, Beate Meini-Reisinger, reiteró la antigua afirmación del concurso de ser un espacio de neutralidad política. Al referirse al boicot planeado de la 70ª edición del evento en 2026 por parte de un puñado de naciones, insistió en que el concurso “no es un instrumento para sanciones” en una publicación en X y apeló a los socios europeos a encontrar formas de “mejorar la situación en Israel y Gaza” juntos.